En
la actualidad se están desarrollando infinidad de proyectos educativos que ponen
especial énfasis en la creatividad y el juego para conseguir un aprendizaje
participativo, significativo y motivador. Cuando se empiezan a aplicar estas
nuevas metodologías en el aula, los alumnos comienzan a disfrutar de las
clases, su autoestima mejora y el ambiente en clase se hace más fraternal. Se
crea un clima de respeto, de amistad y de cariño entre compañeros. Al
mejorar su autoestima, también se incrementa el esfuerzo y empeño que ponen al
realizar las tareas. La hiperactividad, que caracteriza a los adolescentes,
tiende a disminuir en gran medida y los alumnos parecen serenarse y madurar al
gozar de una mayor independencia. La alegría y el buen humor se hacen patentes
en las aulas donde se utilizan este tipo de metodologías. Rara vez existen
problemas de disciplina, pues los alumnos se encuentran cómodos en las aulas y
reconocen la autoridad del profesor, que actúa más bien como un guía. La sensación de bienestar en estas aulas es palpable.
El grado de empatía que se experimenta entre los alumnos y el profesor es
extraordinario.
En estas nuevas metodologías, el
alumno no es un mero oyente, sino que se convierte en protagonista. De acuerdo
con Joan Ferrés (1994), doctor en Ciencias de la Información y especialista en
Educación, los profesores necesitan utilizar metodologías más motivadoras y que
prolonguen el aprendizaje fuera del aula. Ferrés sugiere trabajar con unidades
didácticas más concisas, utilizar recursos tecnológicos de forma variada, dinámica
e imaginativa, introducir y variar continuamente en las técnicas de trabajo,
utilizar medios audiovisuales, etc. El contexto social actual requiere que se
incorporen al aula las nuevas tecnologías y la imagen como código de
comunicación, pues la actividad de los jóvenes gira en torno al universo
mediático. Estos alumnos han nacido en la sociedad de la información y el
espectáculo y su proceso de aprendizaje ha ido unido a la atracción por las
imágenes, a la emoción y a la creatividad, al conocimiento intuitivo y a las
percepciones múltiples. Todo esto contribuye a que su manera de pensar sea
distinta a la de generaciones anteriores. Son impacientes porque están
acostumbrados a la espectacularidad, al colorido de la vida cotidiana. Los
contenidos didácticos les parecen aburridos. Además, manifiestan una actitud
flotante, no son capaces de concentrarse cuando las explicaciones del profesor
o las tareas son demasiado largas. Es por todo esto que, los métodos de
enseñanza han de ser necesariamente más motivadores, variados y activos.

Vivimos en la era de la información.
Los trabajos manuales han dado paso a los intelectuales, donde se valoran
nuevas habilidades relacionadas con la creatividad. Una mente creativa puede
examinar la realidad permaneciendo abierta a todas las posibilidades y generar
nuevas ideas. La mente creativa es flexible, imaginativa, optimista y curiosa.
Le gustan los retos y no tiene prejuicios. La escuela, además de fomentar la
lógica y la racionalidad, ha de ocuparse de las emociones, los sentimientos, la
intuición y la creatividad. Para ello deberá fomentar estrategias educativas
que ayuden a desarrollar actitudes creativas en los alumnos. Kimberly Seltzer y
Tom Bentley (2001) consideran que para formar alumnos independientes y creativos,
es necesario: reducir a la mitad los contenidos obligatorios para dedicar más
tiempo a experiencias formativas, desarrollar un modelo curricular fundamentado
en proyectos y adaptado a una amplia variedad de contextos y garantizar el
acceso a las tecnologías de la información.
Las consecuencias metodológicas de
todo lo expuesto anteriormente conlleva que para conseguir una enseñanza de
calidad será necesario:
- Ofrecer los contenidos educativos interconectados, de manera que se favorezca la interdisciplinariedad.
- Devolver
el valor a la palabra y al lenguaje, pues es fundamental en la enseñanza.
El alumno de desarrollar habilidades para la lectura comprensiva y
crítica, además de ser capaz de expresar sus opiniones y sentimientos.
- Garantizar
herramientas que permitan al alumno comprender e interpretar la realidad,
la complejidad del mundo y su propio contexto personal. Entre estas
herramientas destacan la capacidad para buscar y tratar información y el
fomento de la creatividad para tener la habilidad de resolver problemas,
generar ideas nuevas y aprender de los errores.
- Promover
la interacción con los otros y la valoración del propio alumno.
Ken
Robinson, especialista en educación, habla de la creatividad como un elemento fundamental que debe
existir en el aula. Para él, la creatividad "es el proceso de tener ideas
originales que son de utilidad". No debemos olvidarnos de dos conceptos
muy ligados al de creatividad: la imaginación y la innovación. La imaginación
es el motor de la creatividad, pues gracias a ella somos capaces de pensar
cosas que no percibimos a través de los sentidos. La innovación, por otro lado,
radica en llevar a la práctica nuevas ideas. Todas las personas somas creativas
y el talento creativo puede cultivarse y perfeccionarse. El deseo de
descubrimiento y la pasión son el motor de la creatividad. Si los alumnos están
motivados para aprender, adquieren de manera natural las destrezas necesarias
para conseguir lo que se proponen. Y el dominio de éstas es cada vez mayor a
medida que sus aspiraciones creativas se amplían.
Tras comentar lo importante que es tener metodologías creativas en el aula, os voy a hablar de algunos proyectos innovadores que han sido todo un éxito:
La Escuela Libre de Everton
Esta escuela se fundó para dar una
oportunidad a aquellos adolescentes con los que la educación tradicional no
funcionaba. Los alumnos de esta escuela fracasaban en sus antiguos centros,
pero aquí son estudiantes brillantes. ¿Cómo lo consiguen? Los profesores de este centro saben que todos los alumnos poseen
capacidades innatas y les ayudan a desarrollarlas utilizando sistemas
personalizados que se adaptan a cada alumno.
Instituto High Tech High
El instituto High Tech High de San Diego, California,
se abrió en el año 2000 como una escuela de enseñanza secundaria, con la
intención de integrar la educación técnica y académica. Hoy ya ha abierto otras
11 escuelas debido a su gran éxito y educan a más de 5000 alumnos todos los
años. En estos centros organizan el aprendizaje en torno a proyectos. El plan
de estudios se abarca de manera eficaz porque los proyectos son
interdisciplinares. Por ejemplo, un grupo que trabajó con el código de barras
genético, desarrolló una herramienta que ahora se usa en mercados africanos para
averiguar si la carne procede de la caza furtiva. En estas escuelas, la jornada
escolar se divide en períodos de tiempo más largos, para así poder elaborar los
proyectos de manera continuada. Los alumnos aprenden trabajando en equipos con
la ayuda de profesores que les orientan y ayudan. No cambian de una asignatura
a otra constantemente. Hacen y crean muchas cosas. Casi todos los alumnos del
High Tech High estudian carreras universitarias. Además, más de la mitad de los
alumnos que optan por acudir a la universidad son los primeros de su familia en
seguir estudios superiores.
Estos son sólo unos pocos ejemplos de creatividad en la enseñanza. Os animo a que busquéis más proyectos, pues por suerte, cada vez son más los centros que aplican metodologías creativas y motivadoras 😉

Jeffrey Wright
Como bien sabe el profesor de ciencias Jeffrey Wright, los niños son curiosos por naturaleza y para estimular su aprendizaje es necesario mantener viva su curiosidad. Él utiliza diversos métodos para conseguirlo: estalla calabazas con petardos en clase, construye aerodeslizadores y utiliza tubos largos como cerbatanas para avivar el interés de sus alumnos por la ciencia. Sus alumnos no se quedan dormidos en aula cuando ven que su profesor es capaz de hacer flotar una bola de fuego desde su mano hacia el techo. En el momento en que los alumnos se preguntan cómo consigue hacerlo, el interés está garantizado. De esta manera, Wright consigue que sus alumnos aprendan química de una manera práctica y divertida.
Sergio Juárez Córdova
Los
alumnos del centro José Urbina suspendían la ENLACE (Evaluación Nacional de Logros Académicos en Centros Escolares),
el examen nacional mexicano de conocimientos básicos. En el año 2011, Sergio Juárez
Córdova, profesor de este centro, consideró que la única manera en que podía ayudar a que sus
alumnos prosperasen, era prepararlos para que aprendiesen por su cuenta.
Primero, los puso a trabajar en grupos y les animó a creer en sí mismos. Actuó
como guía en un proceso de exploración y descubrimiento, en el que los
conocimientos eran más prácticos y más tangibles. Sus clases estaban centradas en
el debate, para que sus alumnos fueran capaces de aprender razonando y no
memorizando. Sus alumnos se sentían capacitados, y esto les produjo una pasión por
aprender nunca vista. Los alumnos que se formaron con Córdova obtuvieron muy
buenos resultados en la ENLACE. Aunque ésta es una prueba normalizada, quedó
demostrado que si se ofrecen herramientas adecuadas a los estudiantes, éstos aprenderán.
AsapScience
Mitch Moffit y Greg Brown usan la enseñanza como una
herramienta para divertir. Tienen un canal en YouTube llamado AsapScience, que
convierte la enseñanza en teatro. En AsapScience se plantean preguntas como: ¿Qué
fue primero, el huevo o la gallina? ¿Qué pasaría si las personas dejáramos de
dormir? ¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando nos enamoramos? Utilizan una
mezcla de datos científicos e ingeniosos dibujos para dar respuesta a multitud
de preguntas. Decenas de millones de personas, en su mayoría estudiantes,
consultan este canal. Moffit explica que el sistema educativo no comienza por
la parte interesante, sino que se basa en mucha información. Con sus vídeos, él
ha decidido empezar por la parte interesante y explicar el contexto durante el
vídeo. Así, consigue enseñar ciencia de una manera original y creativa.
Greg,
por otro lado, se sentía frustrado como profesor, pues la enseñanza tradicional
se centraba en proporcionar a los alumnos información científica
exclusivamente. En una clase decidió mostrar uno de sus vídeos a sus alumnos,
pues éstos estaban desmotivados con su asignatura. La reacción fue inmediata,
los alumnos prestaron atención, hicieron preguntas y debatieron sobre el
contenido del vídeo. Sus alumnos sintieron que lo que habían aprendido tenía
relación con ellos mismos y su entorno, que tenía utilidad.
Muchas gracias Irene. Me ha gustado mucho cómo has expuesto el tema, ya que es una inquietud constante para hacer llegar a los chicos la distintas materias. Coincido contigo en que los alumnos tienen unos códigos diferentes a la hora de recibir la información, que los adultos no logramos contactar. Es nuestro reto. Pero es verdad que no podemos convertir la clase en un espectáculo, ya que haríamos el ridículo, y no creo que eso lo quieran los alumnos. Es un reto acortar los contenidos para fomentar la experiencia, adaptándose a las necesidades de los alumnos.
ResponderEliminarEnhorabuena el post Irene. Me ha resultado muy interesante ya que creo que últimamente venimos hablando mucho de la creatividad en las aulas y de como fomentarla en los alumnos en nuestras clases del Master.
ResponderEliminarNo puedo estar mas de acuerdo con la parte en la que citas que se ha de devolver valor a la palabra y al lenguaje y desgraciadamente puedo comprobar día tras día como los alumnos tienen grandes dificultades tanto como para expresarse como para comprender aquello que leen,lo cual merma enormemente su autoestima, su capacidad de relacionarse con los demás de una manera adecuada e incluso su independencia. Trabajemos la creatividad desde la base del lenguaje...¿no es acaso lo que nos diferencia de otros seres vivos?
Muchas gracias Irene, me ha gustado mucho como has estructurado el tema.
ResponderEliminarHemos leído mucho de Robinson con la profe Gema y estoy totalmente de acuerdo cuando dice:
"Todas las personas somas creativas y el talento creativo puede cultivarse y perfeccionarse. El deseo de descubrimiento y la pasión son el motor de la creatividad."
Es verdad que más de la mitad de la clase dice tener pocas ideas y encima malas. Cuanta veces hemos escuchado:"Profe no tengo creatividad, imaginación!" Deberíamos intentar sacar todo lo posible de nuestros chicos.