“La
capacidad para comprender las emociones, la capacidad para expresarlas de una
manera productiva y la capacidad para escuchar a los demás y sentir empatía
respecto de sus emociones” Steiner y Perry (1997: 27).
Si
hubiera que definirla, o explicarla no sería de una forma sencilla, sino más
bien compleja. La complejidad de su definición está basada en su importancia a
nivel educativo y social, es obvio, que es una enseñanza vital la cual nos
permite interrelacionarnos, adaptarnos y afrontar las dificultades de una
manera más razonable.
Su
nombre no nos da muchas pistas de lo qué es la educación emocional. Según
Rafael Bisquerra, es un proceso educativo continuo y permanente, el cual
intenta desarrollar la personalidad integral de la personal, y que el mismo
individuo consiga sobreponerse a las experiencias negativas que puedan
ocurrirle en su vida.
La
educación académica forma parte como mínimo una cuarta parte de la vida de una persona,
por lo que si se utiliza de la forma correcta puede aumentar el nivel de
bienestar personal. La educación emocional es un aprendizaje continuo y
permanente, el cual intenta maximizar las tendencias constructivas y minimizar
las destructivas. Es importante que comience en edades tempranas y no deje de
desarrollarse durante la edad adulta, esto les proporcionará herramientas y
habilidades para hacer frente a dificultades, teniendo siempre presente
principios y valores que fundamenten sus comportamientos.
La relevancia
actual de la educación emocional se basa en la creación de un autocontrol,
evitando así comportamientos inapropiados o perjudiciales futuros como pueden
ser la anorexia, violencia, ansiedad, estrés, depresión, comportamientos
sexuales de riesgo, o incluso el suicidio. Esta educación les aleja
de estas conductas y les impulsa a actitudes positivas frente a la vida, como pueden ser empatía, solidaridad, respeto
entre iguales, el sentido de la justicia, entre otros.
El
desarrollo intelectual tiene el mismo valor que el desarrollo emocional, en
este sentido la educación emocional debe intentar conseguir que el individuo
identifique sus sentimientos internos y exteriorizarlos de tal forma
que puedan ser entendidos. Un reto en el mundo en el que vivimos.
Es un concepto flexible, ya que debe ser
revisado y evaluado de forma permanentemente, adaptándose así a las necesidades
y características de cada uno de sus integrantes. También es
necesario, la participación constante de todos, de forma cooperativa ayudando
al proceso educativo de todos los alumnos. Es una educación que solicita la
participación de todo el colectivo para facilitar así el aprendizaje individual
en su interacción social.
Extremera y Fernández-Berrocal (2001)
exponen que la programación no debe ser impuesta únicamente en épocas de
crisis, sino la finalidad de tener un carácter educativo y preventivo.
Recomiendan que estos programas estén
integrados en el currículo con una aplicación a todos los niveles escolares,
sin excluir a la familia y el entorno social como complementos a este
aprendizaje. Concibiendo así la educación emocional, se favorece el desarrollo
de las habilidades emocionales más complejas.
Como
se puede apreciar, el principal fin de esta educación es el aprendizaje de
valores éticos y morales, intentando así desarrollar la personalidad integra
del alumno. En conclusión, la educación emocional consiste en poner en práctica
todo lo que conocemos sobre las emociones creando relaciones sanas y sepan
interrelacionarse entre ellos.
Son
numerosas las experiencias que contribuyen al fomento y a la implantación de
una educación emocional en todas las etapas.
Uno
de los ejemplos es como ha mejorado la convivencia en la escuela pública de Can
Perera de Montornés del Vallés, Barcelona según ha publicado el GROP (Grup
de Recerca en Orientació Psicopedagógica). Un instituto que ha buscado y ha
encontrado algo más que la hora de tutoría, dedicada al contacto entre el
profesor tutor y sus alumnados.
No
sólo han utilizado una metodología en clase basada en valores, sino también
como se deben gestionar los momentos en los que los alumnos comparten espacios
comunes, como es por ejemplo el recreo. Ya que es en esos momentos donde se exponen
en libertad, y es el mejor momento para orientar o redirigir conductas. La
importancia de los juegos que ofrece el centro, o la libertad de realizar
actividades lúdicas según los gustos de cada uno, ver cuál es la organización
de materiales, los puntos de encuentro y sobre todo cual es el papel del
adulto, en este caso el profesor, que valores se trasmiten y como se desarrolla
la habilidad emocional en este contexto.
Es
también importante conocer cuál es la cultura educativa del centro la cual se transmite
a través del proyecto de convivencia, el cual debe estar interiorizado por toda
la comunidad educativa. Concienciando que deben existir lugares de información,
dialogo, comunicación y toma de decisiones conjunta en lo que a la convivencia
se refiere. Además de como se ha citado con anterioridad, es importante que en
esta educación este abierta al contexto familiar y social, realizándose
entrevistas, asambleas que susciten las sugerencias y las aportaciones para
mejorar también las relaciones de las familias con el centro.
Otra
de las experiencias dentro de este colegio, es que ofrecen diferentes espacios
para que los alumnos puedan compartir sus experiencias positivas. Dando así la
oportunidad de conocer otras vivencias que les ayudaran a tener una visión más
optimista y esperanzadora ante los posibles cambios o dificultades que presenta
la vida.
Y aunque la metodología es un factor
determinante, también es importante conocer si el centro está ofreciendo las
facilidades que apoyen la cooperación, auto-conocimiento y la comunicación,
entre el profesorado, las familias y el alumnado. Siendo la comunicación y la
participación de todos una garantía de mejora en la convivencia diaria en el
centro.
Otra de las experiencias es la gestión de
emociones de forma eficaz y como los alumnos reconocen los cambios que estas
producen en su cuerpo. En el IES Las Lagunas de Mijas, Malaga. Han apostado por
introducir la Inteligencia Emocional dentro de las aulas, a través de la
atención plena en adolescentes. En este instituto, han implantado el
concepto de Mindfulness, la cual es una técnica de concentración basada en el
presente, aceptando sea cual sea nuestra realidad. Todo esto se realiza a
través de la respiración y la atención a los sentidos y los sentimientos,
intentando llegar a la autogestión emocional.
Es un concepto difícil de alcanzar y más
por adolescentes, la profesora que lo realiza se apoya en metáforas y cortos
donde trabajan el reconocimiento de emociones, la empatía, los talentos, la
importancia del aquí y ahora, o la escucha activa. Conceptos que no aparecen en
los libros de texto pero que despiertan la curiosidad, el descubrimiento y la
motivación hacia el aprendizaje y su proceso.
Otra de las experiencias en educación
emocional, es la importancia de la prevención de la violencia en las relaciones
de pareja. Ya que la Educación Secundaria es momento crucial en lo que a las
relaciones sociales se refiere, por lo que hay que educar en todos los
aspectos.
Existen numerosos programas de prevención
de violencia pero los más representativos son los que se han realizado a nivel
internacional. Uno de ellos es Touch with Teens (Aldridge, Friedman y Gigans,
1993), donde se realizan ocho sesiones y las evaluaciones donde se muestran el
aumento de conocimiento por parte de los alumnos en lo que se refiere al
mantenimiento de relaciones saludables y el acoso sexual.
Otro programa, es Safe Dates, este incluye
actividades escolares como una producción teatral, 10 sesiones de currículum y
un concurso de pósters; su evaluación (Foshee et al., 1998), mostró que era muy
efectivo en la prevención de los abusos psicológicos, físicos y sexuales.
Además de reducir las actitudes que utilizaban la violencia y los estereotipos
de género.
Después de observar las distintas
experiencias en Secundaria se puede llegar a la conclusión que la educación
emocional era lo que intentaba transmitir la asignatura de Educación para la
ciudadanía, cuyos bloques eran la aproximación respetuosa a la diversidad, las
relaciones interpersonales y participación, los deberes y derechos de los
ciudadanos, las sociedades democráticas del siglo XXI, y la ciudadanía en un
mundo global. Pero que de igual forma se puede impartir de forma complementaria
en cualquiera de las asignaturas, ya que su principal objetivo es que el alumno
se conozca, sea y viva de la mejor forma que ha aprendido.
Partiendo de la base de que estoy totalmente de acuerdo con la importancia de poner el desarrollo intelectual al nivel del desarrollo emocional, porque me parece importante saber expresar tus emociones, saber lo que sientes y lo que no sientes, ya que es algo básico para tu vida adulta.
ResponderEliminarPero por otro lado veo una gran dificultad de implantación; primero porque no veo a la gran mayoría de profesores trabajando de mas para cambiarlo todo (profesores vagos, aburridos, poco trabajadores, con muchos años de impartir clase, etc) y por otro lado la dificultad de enseñar a los profesores a que enseñen en valores, porque si los profesores no son medianamente expertos en la materia, les faltaran habilidades y herramientas para llevar a cabo todo lo que requiere esta metodología.
Repito que estoy muy de acuerdo en implantar esta metodología y que sería realmente valioso.
¡Ey, Albis! :p
ResponderEliminarSin emoción no hay aprendizaje, está claro. Pero hay que tener cuidado con esto, porque parece que las únicas formas de generar emociones son "gameficando" el aprendizaje, vulgarizando los contenidos de la materia a impartir, poner de pronto un vídeo de "reguetón"... Pues oye mira, no. O al menos, no en la mayoría de casos. Los alumnxs pueden acabar por tomarse tu asignatura a coña. Tal como yo lo veo, en cada asignatura habría que buscar el modo más adecuado de generar emociones. Por ejemplo, y haciendo referencia a mi especialidad (Filosofía), no veo lógico poner de pronto un vídeo de Daddy Yankee, a menos que tenga alguna utilidad en relación con los contenidos (p.e. hacer una crítica a raíz del concepto de dignidad y cosificación en la ética y moral en Kant). Con esto quiero decir que hay que generar emociones, claro, fundamental. Pero que tampoco hagamos cosas sin sentido. Los chavales tienen youtube en sus casas. No sé para qué querrían ir a nuestras clases entonces.
Graxie por el post ;)