Cuando hablamos de creatividad, tenemos que empezar preguntándonos a qué nos referimos con el término. Muchas veces se relaciona creatividad únicamente con las artes. “Yo no soy nada creativo”, dice mucha gente pensando “yo no sé inventar historias, o crear obras artísticas”. Sin embargo, hace falta creatividad para resolver un problema matemático, reparar un ordenador… o para cosas clave en la vida adulta como buscar trabajo. Como dice José Antonio Marina “crear es producir intencionadamente sorpresas eficientes”.
Al pensar sobre creatividad y educación el primer referente que viene a la mente es Ken Robinson, cuyas charlas y libro sobre las escuelas creativas le han hecho famoso en todo el mundo. En su charla de TED hablaba de que las escuelas “matan la creatividad”, cuando lo que deberían hacer es potenciarla y enseñar la capacidad de innovar: la creatividad se enseña, no es algo genético. Para Robinson, podemos definir la creatividad como la capacidad que nos hace conectar todos nuestros conocimientos, para a partir de ahí empezar a innovar y crear nueva soluciones. La creatividad es una capacidad intrínseca al ser humano y todos la tenemos pero hay que trabajarla fomentado desde la escuela el espíritu crítico, la experimentación, prueba y error no a base de repetición. Ken Robinson insiste en que necesitamos entender la creatividad no como algo exclusivo a las artes, sino como una habilidad aplicable a todas las áreas del conocimiento. Creatividad en todos los ámbitos, que produzca ideas únicas que generen mejoras. También hay que ver la creatividad y los talentos como habilidades transferibles: la creatividad que se aprende al componer una canción por ejemplo, le puede ser muy útil a un investigador cuando se quede bloqueado con sus experimentos y tenga que buscar opciones. ¿Cómo se enseña todo esto? Para empezar, estando abiertos al error: tenemos que trabajar con los alumnos para que pierdan el miedo a equivocarse. Como explica Robinson, “si no estas abierto a equivocarte, nunca se te va a ocurrir algo original”. Y luego, dándole importancia a habilidades y no tanto a conocimientos o resultados puramente académicos.
Otra de las claves para el desarrollo de la creatividad y la innovación está en la pasión: las ideas nuevas se producen a través de la exploración, y los alumnos estarán más abiertos y motivados a explorar si se trata de algo que les apasiona. Una muestra de esto es el caso de Jack Andraka, un adolescente americano que con 13 años descubrió un método para detectar el cáncer de páncreas. Cuando preguntaron a su madre, Jane Andraka, por cómo había educado a Jack y su hermano, ella contó que lo importante es observar y preguntarse: ¿qué le gusta a mi hijo? ¿qué se le da bien? Estar atentos a lo que les apasiona e intentar ofrecerles todas las posibilidades para que desarrollen esas habilidades y pasiones: por ejemplo en el caso de Jack, informarle de competiciones de ciencia a las que se pueda apuntar, facilitarle el acceso a libros que le puedan interesar…
Ejemplos de buenas prácticas: las Escuelas creativas de la Fundación Telefónica
Una iniciativa muy interesante de fomento de la creatividad en educación en España es la de las “Escuelas creativas” de la Fundación Telefónica. El proyecto, que además propone que, al contrario de lo que expone Robinson, las escuelas son espacios de creatividad, se basa en llevar a las aulas la metodología de innovación del famoso cocinero Ferrán Adriá. Para ello se desarrollaron una serie de materiales gratuitos disponibles online orientados a alumnos, docentes y directores de centros, basados en esta metodología que Adriá empleaba en elBulli, llamada metodología Sapiens. Los recursos que ofrecen son materiales no curriculares que no están orientados a ninguna asignatura o materia específica.
Además se seleccionó a 19 centros españoles para participar en una modalidad presencial en la que la Fundación Telefónica les apoya haciendo un seguimiento personalizado de sus proyectos de innovación. De esos 19 centros, seis fueron premiados por sus ideas de proyectos que desarrollaron basándose en la metodología propuesta.
La metodología de Adriá se construye desde la idea de que para crear hay que comprender: el proceso creativo se debe sostener en la investigación, el análisis, la experimentación. Tiene que ser un proceso ordenado, donde se documenten los resultados. También se basa en la idea de la personalidad creativa que existe en todos nosotros y debemos cultivar para que crezca y nos sea útil. Esta forma de ser creativo se cultiva según el proyecto Escuelas Creativas partiendo de la pasión, la generosidad, el compromiso, el trabajo en equipo, la libertad, la sensibilidad, la ética, la comunicación y la eficiencia. Para instaurar la creatividad en la escuela es necesario el compromiso de los docentes y la existencia de una cultura de centro orientada a la apertura y la innovación. Para enseñar creatividad, los centros tienen que tener esta personalidad creativa de la que habla Adriá, y a todos los niveles: profesores, dirección, alumnos, padres…
Las guías
Toda esta visión se concreta en los materiales online en forma de guías. El proyecto incluye cinco guías divididas en dos bloques:
Guías para equipos directivos y centros:
- Sapiens de centro
- Genoma de centro
- Mi genoma creativo
- Menú de aprendizaje
- EduSapiens
Las guías buscan el desarrollo de competencias y proponen empezar explorando cuáles son las habilidades que cada alumno tiene y que trabajándose le ayudan a ser más creativos. Lo primero que propone a los profesores es una serie de actividades para ayudar a los alumnos a conocerse y saber cuáles son su fortalezas. Así, se busca el aprendizaje personalizado. Lo interesante de esto es que, como hablábamos al principio, nos enseña a ampliar nuestro concepto de creatividad: algunas de estas habilidades con las que podemos trabajar la creatividad son por ejemplo la curiosidad, la sensibilidad o incluso el sentido del humor… pero también la planificación, el espíritu crítico y la perseverancia. Para trabajar estas habilidades en secundaria, se propone fijarse en personajes que la guía propone que representan cada una de ellas, personajes que puedan ser admirados por los alumnos, como la escritora JK Rowling o la piloto Amelia Earhart.
También es clave para este proyecto la atmósfera del aula: hay que crear un entorno que favorezca la curiosidad, basándose en la motivación y la alegría, y en la que haya seguridad y libertad para crear. La libertad es clave, como señalaba también Ken Robinson: "la innovación depende de la posibilidad de poder cometer errores".
El proyecto de Adriá y la Fundación Telefónica propone introducir la creatividad en el aula a través de experiencias cotidianas, técnicas de pensamiento divergente y actividades concretas de creatividad, y el entorno del “lab”. Al hablar de experiencias cotidianas la guía reflexiona que muchas de las actividades que ya se realizan en el aula son en sí potenciadoras de la creatividad: escribir un comentario de texto o redacción, resolver una ecuación..requieren imaginación y creatividad. Lo que propone entonces la guía es hacer a los alumnos conscientes de que estas actividades son creativas. Además de estas reflexiones sobre las actividades cotidianas, se proponen actividades concretas que van desde juegos hasta debates/reflexiones. Por último propone buscar una nueva concepción de aula que potencie la creatividad: lo que llama el “lab”: hacer sesiones especiales en las que cambia la distribución del aula y se busca que el alumno explore de forma libre. También es importante para el proyecto recoger toda la información sobre lo que se va haciendo y crear un portfolio creativo.
Centros en busca de la creatividad
En la última fase del proyecto, la Fundación Telefónica seleccionó a 17 centros para tutorizarles y apoyarles en la implantación de la metodología. Dentro de los proyectos hay propuestas tan variadas como utilizar la música para estimular la creatividad, acercar el arte a los alumnos para potenciar sus capacidades creativas, implicar a los padres y mejorar la convivencia en el centro o un proyecto de cartografía sentimental que pretende conectar centro, barrio y ciudad. El resultado de los proyectos puede consultarse aquí.
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