En esta entrada vamos a centrarnos
en primer lugar en el área de la psicología que se encarga del estudio de diferencias
individuales. La Psicología de las Diferencias Individuales, aborda la
descripción, predicción y explicación de la variabilidad interindividual, intergrupal
e intraindividual en áreas psicológicas relevantes, con respecto a su origen,
manifestación y funcionamiento.
Pero, ¿Qué entendemos por diferencias individuales?
A
priori, lo más
común es pensar en aquellas cosas que apreciamos a simple vista, la altura, el
color de piel, de pelo, el sexo, el peso etc. Quizás pensando de una forma más
profunda pensemos en la personalidad, la inteligencia o las motivaciones. No
cabe duda que todas ellas constituyen una gran parte de las diferencias
individuales que existen y contribuyen a la variabilidad que encontramos hoy en
día. Tradicionalmente se han querido estudiar bajo una perspectiva determinista
donde los genes configurarían de forma única la manifestación de éstas, pero
este enfoque no se sostiene porque la causa de éstas es multifactorial.
Entonces, ¿Cómo se estudian las diferencias individuales? ¿Qué
factores vamos a tener en cuenta?
Los objetivos que se pretenden
alcanzar son el conocimiento del origen, manifestación y funcionamiento de las
diferencias encontradas y por ello se debe tener en consideración:
·
Las
características biológicas, psicológicas y sociales.
·
La
dimensión temporal en la que las diferencias individuales se originan,
desarrollan y manifiestan.
·
El
eje fundamental persona-situación. Son importantes las características
personales, pero también las situacionales.
La variabilidad psicológica son
las diferencias existentes en todas las manifestaciones del comportamiento
humano. El Rasgo es la unidad fundamental para su estudio. Desde un estudio de
la dinámica de funcionamiento de dichos rasgos, hay que prestar una mayor atención
a los procesos de la dinámica intrapsíquica y a los factores situacionales
relevantes, más allá de las disposiciones personales, o rasgos, clásicos.
La variabilidad biológica se estudia
en las bases genéticas y biológicas de las diferencias individuales y considera
que dichas bases son el origen de la variabilidad psicológica. En la
actualidad, está asumido que los genes no fijan la conducta, sólo ofrecen un
rango de posibilidades en las reacciones que el ambiente provoca en el individuo.
La línea de investigación sobre las fuentes de variación biológica se centra en
el estudio de los fundamentos biológicos del comportamiento humano diferencial basados
en estructuras y procesos fisiológicos regidos por sistemas fundamentales como
el Sistema Nervioso, el sistema Neuroendocrino, etc.
Vale, y como profesores de qué nos sirve esto.
En realidad, parece que esto no es
nuevo para nadie. En las aulas somos conscientes de la gran variabilidad hay,
pero, sabemos cómo trabajar con ellas. Como seres humanos, tendemos a etiquetar
o categorizar a los alumnos en estereotipos creados a partir de la experiencia,
el listillo, el vago, el malote, el graciosillo etc. Nos pasa incluso con otros profesores y siendo alumnos. Sí, es así, y todo se debe
a la necesidad de economizar nuestros recursos cognitivos por lo que recurrimos
a heurísticos.
Espera, espera. ¿Qué es un Heurístico?
En psicología, un heurístico es
una regla que se sigue de manera inconsciente para reformular un problema
planteado y transformarlo en uno más simple que pueda ser resuelto fácilmente y
de manera casi automática. En definitiva, es una especie de truco mental para
guiar la toma de decisiones por senderos del pensamiento más fáciles.
Por ejemplo, llegamos el primer
día de clase y nos enfrentamos a un grupo de alumnos totalmente desconocido
para nosotros. En principio lo suyo sería conocer individualmente a cada alumno
y así poder tener una idea más real de ellos, pero claro, esto es algo que
requiere mucho tiempo y trabajo. En estos casos lo que hacemos es observar las
conductas que encajen con nuestros esquemas y les atribuimos todas las
características del perfil en el que encajamos al alumno.
Este caso lo podemos encajar el Heurístico de Representatividad
Consiste en una inferencia sobre
la probabilidad de que un estímulo (persona, conducta, suceso) pertenezca a una
determinada categoría. Por ejemplo, Juan es un alumno que el primer día ha
preguntado varias veces, no ha hablado durante la exposición y has oído que sus
compañeros le han llamado empollón. ¿Qué parece más probable?, ¿que Juan sea
estudiante con un buen rendimiento académico o no?
Cuando se hacen preguntas de este
tipo, la mayoría de las personas tienden a decir que seguramente Juan tiene un
buen rendimiento académico. Un juicio así resulta, de la aplicación automática
(inmediata, no meditada) del heurístico de representatividad. Suponemos que Juan
tiene un buen rendimiento académico porque su descripción encaja con un cierto
prototipo o estereotipo del estudiante “Listillo” que nos hemos creado a partir
de nuestra experiencia. Pero esto implica pasar por alto muchos factores que no
encajan con nuestro estereotipo y que a pesar de la experiencia a lo largo del
curso de manera inconsciente omitamos para que encaje.
Junto a éste, podemos encontrar
multitud de heurísticos o sesgos que entorpecen nuestra percepción y análisis
de las situaciones.
Entiendo, entonces qué hago.
Entre muchas de las otras cosas que un “buen profesor” ha de hacer, tendremos ser capaces de reconocer las diferencias individuales: los estudiantes poseen un grado de inteligencia diferente, emplean estilos distintos de pensamiento y de aprendizaje, y disponen de temperamentos y rasgos de personalidad diferentes. Para conseguir una enseñanza eficaz en el aula con estudiantes de características distintas, se requiere mucha reflexión y esfuerzo, la educación personalizada supone el reconocimiento las diferencias de los estudiantes en cuanto a conocimientos, disposición, intereses y otras características, y se deben ser considerarlas al planificar el currículo. Por lo que deberemos adaptar las tareas para satisfacer las necesidades y habilidades de los estudiantes, identificar zonas o estadios en los que se agrupan los estudiantes de un aula, de manera que se pueden crear tres o cuatro tipos de niveles de enseñanza etc.
Pero, sobre todo, nunca debemos
pensar que somos “inmunes” a estos sesgos. Siendo conscientes de que somos
susceptibles a cometerlos y los cometemos es la manera de poder cambiarlos.
Por último, si alguien está
interesado en conocer los entresijos que se esconden detrás de estas pequeñas
pinceladas que no dude en contactar. Os dejo algún tipo más de Heurísticos.
Heurísticos
de accesibilidad o disponibilidad
Se usa para estimar la
probabilidad de un suceso, la frecuencia de una categoría o la asociación entre
dos fenómenos. La estimación se basa en la accesibilidad. “Si se nos ocurren
muchos casos de ese suceso o categoría, será porque es muy frecuente o
probable”. “Dado que solemos interactuar y relacionarnos más con personas que
comparten nuestras creencias y valores, y que suelen comportarse como nosotros,
esta exposición selectiva hará que tales ejemplos estén más accesibles y su
frecuencia tenderá a ser sobreestimada”.
Heurísticos
de anclaje y ajuste
Los usamos para hacer juicios en
caso de incertidumbre reduciendo la ambigüedad. Tomamos como punto de partida
una referencia (el ancla) que después ajustamos para llegar a la conclusión
final.
Heurísticos
de simulación
Tendencia de las personas a
estimar la frecuencia o probabilidad de un suceso basándose en la facilidad con
que pueden imaginarlo. Se usa para predecir hechos futuros y para inferir la
causa de un suceso ya ocurrido.
Muy interesante Marcos!
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