INTRODUCCIÓN
El principal objetivo del artículo
es el absentismo escolar y los aspectos de prevención y actuación para intentar
disminuir esta problemática situación. El asunto en cuestión permite abordar
estrategias y planteamientos ampliamente diversos.
En el texto se tratan de analizar
las acciones, que, llevadas a cabo por parte del centro, pueden prevenir a
largo plazo un absentismo crónico y/o un abandono escolar definitivo. Se deja
de lado eso sí, tanto las causas de este comportamiento como las repercusiones
en los alumnos que la llevan a cabo. Es más, el apartado legislativo también es
eliminado como interés de estudio. Solo cabe reseñar la preocupación en el
poder legislativo por el absentismo escolar (LOMCE) y su posible relación con
fracasos escolares y abandonos prematuros.
En concreción estatal podríamos
detallar diferentes estamentos preocupados por este tema:
·
Municipios
más elaborados (planes propios para erradicarla)
·
Comunidades
Autónomas (planes autonómicos que incluyen planes locales y provinciales para
reducir el abandono escolar.
·
Centros
educativos (basándose en los dos anteriores elaboran su plan propio donde se
especifica las medidas a desarrollar)
1.1 CONSIDERACIONES PREVIAS
Existen diferentes formas de tratar
esta grave situación ya que no existe una clasificación unificada en base a
unos enfoques, programas, intervenciones, etc. Atendiendo a Maynard et al.
(2012) los puntos más importantes, se podría destacar una clasificación en base
a tres “factores de riesgo”:
1. Individual: fobia escolar, baja
auto – estima, bajas habilidades sociales…
2. Plan de aplicación de las
estrategias para abordar el absentismo: diseñado por las CC.AA., centros,
municipios, etc.
3. Intervención contra el absentismo
i)
Universales:
aplicadas con carácter general.
ii)
Selectivas:
como método de prevención para posibles absentistas o absentistas crónicos.
Para
Bye et al. (2010) existen otros tres niveles diferentes con los que evitar el
absentismo:
1)
Universales:
llevadas a cabo concretamente en el centro escolar. Comprenden desde atención a
las familias y alumnos hasta intervenciones tempranas con las que prevenir el
absentismo.
2)
Intervenciones
grupales: objetivo principal mejorar la dinámica de faltas y descubrir el
motivo de las mismas.
3)
Intensivos:
si fallan los niveles anteriores, se intensifica el trabajo individualmente.
Es
importante diferenciar entre absentismo y abandono (Goldstein et al., 2003;
Banphuri y Reynolds, 2003; Baker et al., 2001; Rumberger, 2001)
El absentismo es el
camino hacia el abandono
Ante la no concreción o acuerdo
estable sobre cómo definir la actuación ante este fracaso escolar, en este
artículo se plantean dos líneas a investigar:
1)
Elección
del ámbito de aplicación: en el individuo, en la escuela, en el contexto
social, la familia, etc.
2)
Prevención
y eliminación del conflicto
1.2 ENFOQUE DEL ABSENTISMO EN EL ALUMNO O EN EL
CENTRO EDUCATIVO
Causas o motivos desde dos puntos de
vista diferentes (DeSocio et al., 2007; Darmondy et al., 2007; Floress, s.f.;
Gabb, 2009; González González, 2006; Knesting, 2008; Malcolm et al, 2003;
McMahon, 2007; Reid, 2003; Rué et al., 2003; Sälzer et al., 2012):
-
Inherentes al alumno y a su entorno:
Es necesario
descubrir los implicados o futuros absentistas para desarrollar el plan de
acción. No se tiene en cuenta lo que ocurre en la escuela
-
Influencia del centro educativo y
sus tareas a desarrollar: se
estudia tanto la situación personal como la acción educativa. No vale solo con
estar en el aula, búsqueda de un sujeto activo.
1.3 ENFOQUES PREVENTIVOS O PALIATIVOS
Preventivo: adquiere sentido si
incide en el absentismo, evitando que aparezca dicha conducta.
Paliativo: dar solución a un problema
existente.
2. ASPECTOS BÁSICOS A CONSIDERAR POR PARTE DEL
CENTRO ESCOLAR AL ABORADAR PROBLEMAS DE ABSENTISMO
2.1. CONSIDERACIONES INICIALES
Los centros educativos forman parte
de un contexto social determinado, están ligados a las cuestiones sociales,
políticas, económicas, culturales y a las propias familias; y no pueden quedar
al margen a la hora de afrontar el problema del absentismo escolar.
Existen normativas que regulan las
bases para la cooperación entre las administraciones educativas (funciones y
servicios educativos) y las corporaciones locales (Ayuntamiento y Servicios
Sociales Municipales): Ley de Bases de Régimen Local (1985).
El absentismo por tanto es un
problema escolar y social, y se requieren estrategias integrales e integradas
para paliarlo, crear una corresponsabilidad. No cabe hablar de abordar en el
centro el problema del absentismo escolar sin pensar, al mismo tiempo, en las
necesarias conexiones y enlaces con
otras organizaciones, grupos en la comunidad, padres y servicios sociales.
Los centros educativos deben poder
establecer estas conexiones y aportar recursos, sobre todo, para promover y
concienciar a la comunidad. También es fundamental una política de prevención a
fin de evitar el distanciamiento o desapego progresivo del centro, las aulas y
la educación.
Los primeros
signos (desinterés en la escuela, saltarse clases, dificultades académicas,
aislamiento de compañeros) pueden verse incluso en la educación Primaria.
Tipos de medidas de actuación de los
centros educativos:
Medidas que ponen
la mirada en el individuo, pasos que debe llevar a cabo el centro:
1) Detectar lo más tempranamente
posible la no-asistencia, pues cuanto más pronto se detecte más oportunidad de
prevenir que ocurra de nuevo.
2)
Contactar rápidamente con la familia de alumnos ausentes sin justificación,
3) Analizar los datos del alumno individual,
para identificar pronto el patrón de ausencia y su posible causa,
4)
Emprender las acciones correctivas que se considere más oportunas, y
5) ir haciendo un seguimiento de
esos alumnos antes de que se conviertan en absentistas crónicos y, finalmente,
abandonen.
Medidas que ponen la mirada en el
centro:
Se trata de medidas
del centro escolar en su conjunto, las actuaciones se dirigirían a mejorar
aquellos aspectos de su funcionamiento educativo que puedan hacer de él un
lugar en el que los alumnos quieran (más que tengan que) estar y aprender.
A continuación, se explicarán algunas
estrategias y acciones a emprender como medidas preventivas: se aludirá a la
necesidad de que el centro escolar 1) acuerde modos de registro y control de
faltas, 2) establezca normas sobre la asistencia a clases y consecuencias de la
no-asistencia, 3) introduzca mejoras que promuevan una mayor implicación y
apego del alumnado a la escuela y los aprendizajes, y 4) Cultive y mantenga
relaciones constantes y fructíferas con las familias concernidas.
2.2. DISPONER Y DELIMITAR MECANISMOS DE REGISTRO DE
LA ASISTENCIA
El absentismo escolar es, en
general, un fenómeno escasamente documentado y sobre el que se carece de datos
mínimamente fiables y exactos.
Para hacer un seguimiento efectivo
de la asistencia habría que tener en cuenta:
-
Qué
faltas son las que se registran (las no justificadas, las justificadas, las
esporádicas o las que se producen con cierta regularidad, las de clases
específicas o las de día completo, etc.).
-
Cómo
y cuándo se registran
-
Momento
de intervención con los padres/tutores
-
Momento
de intervención con otras instancias
-
Procedimiento
adecuado y consistente por parte de todos los docentes.
La recogida y el análisis periódico
de los datos de ausencias para poder identificar causas y patrones de
absentismo, es imprescindible para diagnosticar la situación y conocer cuál es
la amplitud del problema; sin ella difícilmente se podrán tomar decisiones
acerca de medidas, programas, estrategias, actuaciones que cabría emprender
para su prevención. Además, es un modo de cultivar la idea de que la asistencia
a clase es una responsabilidad compartida por todos los que trabajan en él.
2.3. DEFINIR LAS NORMAS DE ASISTENCIA Y
PENALIZACIONES
Debe existir una reglamentación en
el centro sobre la exigencia de asistencia, faltas y su justificación y
consecuencias derivadas de las ausencias.
Para ello, se
habla de establecer una política de asistencia en el centro escolar, pero esto
es tan solo un elemento más a la hora de reducir el absentismo, no el único ni el
más importante ya que, ciertas políticas y normas respecto a la asistencia
“pueden tener efectos contraproducentes”.
Entre los autores que han abordado
esta cuestión, existe una clara tendencia a considerar que cuando un centro
escolar (o un distrito) establece consecuencias orientadas a “castigar” por no
asistir a clase (por ejemplo, expulsar al alumno , suspender su asistencia al
aula regular, recibir castigos o reprimendas o, incluso, derivar a servicios
sociales externos o judicializar el problema…), éstas terminan contribuyendo a
exacerbar las dificultades académicas de esos alumnos, y en ningún caso
contribuyen a aumentar sus aprendizajes o a minimizar el tiempo que pasan fuera
de clase. Cuantas más faltas, mayor el retraso que irá acumulando el alumno y
mayor la probabilidad de que termine dejando la escuela.
Debería cambiar el carácter punitivo
por el educativo. Se trataría de acordar normas y sanciones que más que
agudizar las dificultades académicas, contribuyan a que los alumnos se sientan
implicados en la escuela, es decir, que “atraigan” en lugar de apartar o
empujar hacia fuera a los afectados, por ejemplo:
-
No
castigar la ausencia sino recompensar la asistencia.
-
Poner
sanciones que les afecten como no participar en el equipo de fútbol de la
escuela.
-
Incentivos
instructivos (motivación para asistir a las clases).
Después de elaborar un reglamento
con el objetivo de detener el absentismo escolar es muy importante establecer
canales de comunicación para hacerlo publico y sobre todos, asegurar que las
familias, alumnos y profesorado comprendan claramente las nuevas reglas.
Reid señala que es
muchos casos de absentismo en Reino Unido han sido detenidos o evitados dado
que las familias, conocedoras del reglamento, han prestado un gran apoyo. Para
que esto realmente de frutos es fundamental que los alumnos y profesores
entiendan y estén al tanto de estas normas.
Hay que tener en cuenta dos
importantes matices a la hora de establecer normas ante el absentismo:
-
Las
nuevas reglas tienen que dar frutos. No es suficiente con solo establecer unas
normas. Se tiene que tener en cuenta que el absentismo no supone ninguna
“liberación” hacia los profesores y el centro, sino más bien un fracaso.
-
Las
reglas por si solas no son suficientes, sino que hay que tener en mente otros
factores importantísimos como, por ejemplo: malas experiencias con el
profesor/alumnos, ambiente escolar o académico deficiente y desmotivación de
los alumnos. Ante estos problemas se debe cambiar el currículo de aprendizaje y
el ambiente escolar para favorecer el enganche de los alumnos a la escuela.
2.4 La importancia de un ambiente y currículo
escolar que realmente implique al alumnado
El proceso de absentismo no es algo
que ocurre de repente, sino que, esta conducta se gesta en el tiempo y supone
una manifestación de que el alumno se ha ido desenganchando progresivamente de
la escuela. Normalmente, esto se debe a un resultado de varias experiencias
negativas. Este hecho es muy importante debido a que el absentismo escolar
puede convertirse en abandono.
Cuando esto ocurre, en casi todos
los casos el alumno recibe totalidad de la culpa. Sin embargo, hay que tener en
cuenta que este problema surge en la escuela. Por lo tanto, hay que analizar
detalladamente si la escuela proporciona un ambiente y currículo de aprendizaje
adecuados para evitar el absentismo.
Muchas veces las razones por las
cuales los alumnos llegan a faltar a clase aparecen gracias a un proceso de
desenganche. Este proceso de desenganche puede surgir debido al currículo y lo
que se desarrolla en él, relaciones con los profesores y alumnos, el ambiente
escolar etc.
Consecuentemente, las estrategias
utilizadas para evitar o detener el absentismo escolar no deben de constituirse
solamente por aplicación de reglamentos más estrictos, sino que también se
debería de configurar un plan para volver a enganchar a los alumnos.
El centro tiene que asegurarse en
obtener un ambiente óptimo para motivar a los alumnos. Las mejores estrategias
consisten en:
-
facilitar
un ambiente escolar ordenado y seguro.
-
que
los alumnos no lleguen a temer ningún tipo sufrimiento por culpa del acoso,
amenazas físicas y otros tipos de violencia.
-
tener
normas que sean justas y utilizadas con consistencia.
-
personalizar
la enseñanza.
-
Personalizar
el currículo de aprendizaje, etc.
También es importante evitar
cualquier clase de experiencia negativa que pueda causar un desenganche del
alumno, como, por ejemplo, un clima
social y académico inhóspito, despersonalizado y burocrático.
Es fundamental tener en cuenta a
aquellos alumnos que forman parte de sectores social, económico y culturalmente
desfavorables, ya que de entrada tienen más dificultades que los demás alumnos.
Hay que proporcionar un currículo de
aprendizaje que se base en actividades relacionadas con la vida real con el fin
de mantener enganchados a los alumnos y detener cualquier caso de absentismo.
2.5 LA NECESARIA CONEXIÓN Y TRABAJO CON LAS
FAMILIAS
Un componente crítico en cualquier
programa de absentismo, ya sea de prevención o de intervención, es la implicación
de las familias. No solo es una cuestión lógica, además, están ampliamente
documentados los beneficios de la implicación de los padres tanto el resultado
académico como en asistencia.
Rumberger (2001)
afirma que los padres implicados con la escuela impulsan la asistencia de sus
hijos. El problema en muchos casos como indican Epstein y Sheldon (2002)
es que las escuelas casi nunca implican a las familias hasta que el problema es
tan severo que los estudiantes fracasan en el curso.
Chang y Romero (2008)
apoyan la misma idea con estudios en los que demuestran esa correlación entre
implicación parental y resultados académicos y asistencia.
Ahora bien, ¿que entendemos por
implicación?
Aquí es donde Reimer y Dymock
(2005) exponen de forma clara lo que deberíamos entender por
implicación. “No se trata de tener
informados a los padres, se trata de que aporten sus ideas, conocimientos y
experiencias”. Es decir, no hay que conformarse con invitar a los padres a una
reunión en la que les informemos de la situación, se trata de que se impliquen
y formen parte activa. No solo porque hay un problema, LOS PADRES SON
MIEMBROS DE LA COMUNDAD EDUCATIVA.
Por supuesto la información es
importante y es necesario como ya reflexionaba Roderick (1977) que
padres y personal de la escuela, adultos en general formen un equipo que
transmita el mismo mensaje. Por tanto, los padres deben de contar con toda la
información, deben ser informados desde el inicio, desde las primeras ausencias
para que se pueda enviar el mensaje conjunto de que la asistencia importa.
Por último, en cuanto al trabajo
cooperativo entre familia y centro educativo se refiere, es importante remarcar
que no todas las familias transmiten de la importancia de la educación por diferentes
razones. Incluso en muchas ocasiones lo intentan, pero carecen de habilidades o
conocimientos de los que ayudarse, por eso es importante atender la formación
de los padres y ofrecer ayudas en este aspecto.
CONSIDERACIONES
FINALES
Obviamente, no se han abordado todos
los frentes que es preciso contemplar alrededor de múltiples facetas
organizativas, curriculares y educativas de la vida del centro escolar.
Por otra parte, se sitúa el foco de
atención únicamente en el centro, no se suele abordar con detenimiento la
necesaria coordinación entre el centro y las familias, sin lugar a dudas,
imprescindible.
Por tanto, nos gustaría acabar con
este enfoque de la situación:
- El absentismo está ligado a
múltiples causas y factores no situadas todas en el centro escolar pero tampoco
situadas todas más allá de sus paredes.
- Ante este problema es necesario
trabajar cooperativamente tanto en el centro escolar como con las familias y
otras instituciones de la comunidad.
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