sábado, 10 de febrero de 2018

Artículo Absentismo escolar : Respuestas desde el centro educativo


INTRODUCCIÓN


            El principal objetivo del artículo es el absentismo escolar y los aspectos de prevención y actuación para intentar disminuir esta problemática situación. El asunto en cuestión permite abordar estrategias y planteamientos ampliamente diversos.
            En el texto se tratan de analizar las acciones, que, llevadas a cabo por parte del centro, pueden prevenir a largo plazo un absentismo crónico y/o un abandono escolar definitivo. Se deja de lado eso sí, tanto las causas de este comportamiento como las repercusiones en los alumnos que la llevan a cabo. Es más, el apartado legislativo también es eliminado como interés de estudio. Solo cabe reseñar la preocupación en el poder legislativo por el absentismo escolar (LOMCE) y su posible relación con fracasos escolares y abandonos prematuros.
            En concreción estatal podríamos detallar diferentes estamentos preocupados por este tema:
·         Municipios más elaborados (planes propios para erradicarla)
·         Comunidades Autónomas (planes autonómicos que incluyen planes locales y provinciales para reducir el abandono escolar.
·         Centros educativos (basándose en los dos anteriores elaboran su plan propio donde se especifica las medidas a desarrollar)

1.1 CONSIDERACIONES PREVIAS

            Existen diferentes formas de tratar esta grave situación ya que no existe una clasificación unificada en base a unos enfoques, programas, intervenciones, etc. Atendiendo a Maynard et al. (2012) los puntos más importantes, se podría destacar una clasificación en base a tres “factores de riesgo”:
1.      Individual: fobia escolar, baja auto – estima, bajas habilidades sociales…
2.      Plan de aplicación de las estrategias para abordar el absentismo: diseñado por las CC.AA., centros, municipios, etc.
3.      Intervención contra el absentismo
i)        Universales: aplicadas con carácter general.
ii)      Selectivas: como método de prevención para posibles absentistas o absentistas crónicos.

Para Bye et al. (2010) existen otros tres niveles diferentes con los que evitar el absentismo:
1)      Universales: llevadas a cabo concretamente en el centro escolar. Comprenden desde atención a las familias y alumnos hasta intervenciones tempranas con las que prevenir el absentismo.
2)      Intervenciones grupales: objetivo principal mejorar la dinámica de faltas y descubrir el motivo de las mismas.
3)      Intensivos: si fallan los niveles anteriores, se intensifica el trabajo individualmente.

Es importante diferenciar entre absentismo y abandono (Goldstein et al., 2003; Banphuri y Reynolds, 2003; Baker et al., 2001; Rumberger, 2001)
El absentismo es el camino hacia el abandono



            Ante la no concreción o acuerdo estable sobre cómo definir la actuación ante este fracaso escolar, en este artículo se plantean dos líneas a investigar:
1)      Elección del ámbito de aplicación: en el individuo, en la escuela, en el contexto social, la familia, etc.
2)      Prevención y eliminación del conflicto

1.2 ENFOQUE DEL ABSENTISMO EN EL ALUMNO O EN EL CENTRO EDUCATIVO

            Causas o motivos desde dos puntos de vista diferentes (DeSocio et al., 2007; Darmondy et al., 2007; Floress, s.f.; Gabb, 2009; González González, 2006; Knesting, 2008; Malcolm et al, 2003; McMahon, 2007; Reid, 2003; Rué et al., 2003; Sälzer et al., 2012):
-          Inherentes al alumno y a su entorno: Es necesario descubrir los implicados o futuros absentistas para desarrollar el plan de acción. No se tiene en cuenta lo que ocurre en la escuela
-          Influencia del centro educativo y sus tareas a desarrollar: se estudia tanto la situación personal como la acción educativa. No vale solo con estar en el aula, búsqueda de un sujeto activo.

1.3 ENFOQUES PREVENTIVOS O PALIATIVOS

            Preventivo: adquiere sentido si incide en el absentismo, evitando que aparezca dicha conducta.
            Paliativo: dar solución a un problema existente.








2. ASPECTOS BÁSICOS A CONSIDERAR POR PARTE DEL CENTRO ESCOLAR AL ABORADAR PROBLEMAS DE ABSENTISMO


2.1. CONSIDERACIONES INICIALES

            Los centros educativos forman parte de un contexto social determinado, están ligados a las cuestiones sociales, políticas, económicas, culturales y a las propias familias; y no pueden quedar al margen a la hora de afrontar el problema del absentismo escolar.

            Existen normativas que regulan las bases para la cooperación entre las administraciones educativas (funciones y servicios educativos) y las corporaciones locales (Ayuntamiento y Servicios Sociales Municipales): Ley de Bases de Régimen Local (1985).

            El absentismo por tanto es un problema escolar y social, y se requieren estrategias integrales e integradas para paliarlo, crear una corresponsabilidad. No cabe hablar de abordar en el centro el problema del absentismo escolar sin pensar, al mismo tiempo, en las necesarias conexiones y enlaces con otras organizaciones, grupos en la comunidad, padres y servicios sociales.

            Los centros educativos deben poder establecer estas conexiones y aportar recursos, sobre todo, para promover y concienciar a la comunidad. También es fundamental una política de prevención a fin de evitar el distanciamiento o desapego progresivo del centro, las aulas y la educación.
Los primeros signos (desinterés en la escuela, saltarse clases, dificultades académicas, aislamiento de compañeros) pueden verse incluso en la educación Primaria.

            Tipos de medidas de actuación de los centros educativos:
Medidas que ponen la mirada en el individuo, pasos que debe llevar a cabo el centro:
1) Detectar lo más tempranamente posible la no-asistencia, pues cuanto más pronto se detecte más oportunidad de prevenir que ocurra de nuevo.
2) Contactar rápidamente con la familia de alumnos ausentes sin justificación,
3) Analizar los datos del alumno individual, para identificar pronto el patrón de ausencia y su posible causa,
4) Emprender las acciones correctivas que se considere más oportunas, y
5) ir haciendo un seguimiento de esos alumnos antes de que se conviertan en absentistas crónicos y, finalmente, abandonen. 

            Medidas que ponen la mirada en el centro:
Se trata de medidas del centro escolar en su conjunto, las actuaciones se dirigirían a mejorar aquellos aspectos de su funcionamiento educativo que puedan hacer de él un lugar en el que los alumnos quieran (más que tengan que) estar y aprender.

            A continuación, se explicarán algunas estrategias y acciones a emprender como medidas preventivas: se aludirá a la necesidad de que el centro escolar 1) acuerde modos de registro y control de faltas, 2) establezca normas sobre la asistencia a clases y consecuencias de la no-asistencia, 3) introduzca mejoras que promuevan una mayor implicación y apego del alumnado a la escuela y los aprendizajes, y 4) Cultive y mantenga relaciones constantes y fructíferas con las familias concernidas.

2.2. DISPONER Y DELIMITAR MECANISMOS DE REGISTRO DE LA ASISTENCIA


            El absentismo escolar es, en general, un fenómeno escasamente documentado y sobre el que se carece de datos mínimamente fiables y exactos.

            Para hacer un seguimiento efectivo de la asistencia habría que tener en cuenta:
-          Qué faltas son las que se registran (las no justificadas, las justificadas, las esporádicas o las que se producen con cierta regularidad, las de clases específicas o las de día completo, etc.).
-          Cómo y cuándo se registran
-          Momento de intervención con los padres/tutores
-          Momento de intervención con otras instancias
-          Procedimiento adecuado y consistente por parte de todos los docentes.

            La recogida y el análisis periódico de los datos de ausencias para poder identificar causas y patrones de absentismo, es imprescindible para diagnosticar la situación y conocer cuál es la amplitud del problema; sin ella difícilmente se podrán tomar decisiones acerca de medidas, programas, estrategias, actuaciones que cabría emprender para su prevención. Además, es un modo de cultivar la idea de que la asistencia a clase es una responsabilidad compartida por todos los que trabajan en él.

2.3. DEFINIR LAS NORMAS DE ASISTENCIA Y PENALIZACIONES


            Debe existir una reglamentación en el centro sobre la exigencia de asistencia, faltas y su justificación y consecuencias derivadas de las ausencias.
Para ello, se habla de establecer una política de asistencia en el centro escolar, pero esto es tan solo un elemento más a la hora de reducir el absentismo, no el único ni el más importante ya que, ciertas políticas y normas respecto a la asistencia “pueden tener efectos contraproducentes”.

            Entre los autores que han abordado esta cuestión, existe una clara tendencia a considerar que cuando un centro escolar (o un distrito) establece consecuencias orientadas a “castigar” por no asistir a clase (por ejemplo, expulsar al alumno , suspender su asistencia al aula regular, recibir castigos o reprimendas o, incluso, derivar a servicios sociales externos o judicializar el problema…), éstas terminan contribuyendo a exacerbar las dificultades académicas de esos alumnos, y en ningún caso contribuyen a aumentar sus aprendizajes o a minimizar el tiempo que pasan fuera de clase. Cuantas más faltas, mayor el retraso que irá acumulando el alumno y mayor la probabilidad de que termine dejando la escuela.

            Debería cambiar el carácter punitivo por el educativo. Se trataría de acordar normas y sanciones que más que agudizar las dificultades académicas, contribuyan a que los alumnos se sientan implicados en la escuela, es decir, que “atraigan” en lugar de apartar o empujar hacia fuera a los afectados, por ejemplo:
-          No castigar la ausencia sino recompensar la asistencia.
-          Poner sanciones que les afecten como no participar en el equipo de fútbol de la escuela.
-          Incentivos instructivos (motivación para asistir a las clases).

            Después de elaborar un reglamento con el objetivo de detener el absentismo escolar es muy importante establecer canales de comunicación para hacerlo publico y sobre todos, asegurar que las familias, alumnos y profesorado comprendan claramente las nuevas reglas.
Reid señala que es muchos casos de absentismo en Reino Unido han sido detenidos o evitados dado que las familias, conocedoras del reglamento, han prestado un gran apoyo. Para que esto realmente de frutos es fundamental que los alumnos y profesores entiendan y estén al tanto de estas normas.
            Hay que tener en cuenta dos importantes matices a la hora de establecer normas ante el absentismo:
-          Las nuevas reglas tienen que dar frutos. No es suficiente con solo establecer unas normas. Se tiene que tener en cuenta que el absentismo no supone ninguna “liberación” hacia los profesores y el centro, sino más bien un fracaso.
-          Las reglas por si solas no son suficientes, sino que hay que tener en mente otros factores importantísimos como, por ejemplo: malas experiencias con el profesor/alumnos, ambiente escolar o académico deficiente y desmotivación de los alumnos. Ante estos problemas se debe cambiar el currículo de aprendizaje y el ambiente escolar para favorecer el enganche de los alumnos a la escuela.


 

2.4 La importancia de un ambiente y currículo escolar que realmente implique al alumnado

            El proceso de absentismo no es algo que ocurre de repente, sino que, esta conducta se gesta en el tiempo y supone una manifestación de que el alumno se ha ido desenganchando progresivamente de la escuela. Normalmente, esto se debe a un resultado de varias experiencias negativas. Este hecho es muy importante debido a que el absentismo escolar puede convertirse en abandono.
            Cuando esto ocurre, en casi todos los casos el alumno recibe totalidad de la culpa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este problema surge en la escuela. Por lo tanto, hay que analizar detalladamente si la escuela proporciona un ambiente y currículo de aprendizaje adecuados para evitar el absentismo.
            Muchas veces las razones por las cuales los alumnos llegan a faltar a clase aparecen gracias a un proceso de desenganche. Este proceso de desenganche puede surgir debido al currículo y lo que se desarrolla en él, relaciones con los profesores y alumnos, el ambiente escolar etc.
            Consecuentemente, las estrategias utilizadas para evitar o detener el absentismo escolar no deben de constituirse solamente por aplicación de reglamentos más estrictos, sino que también se debería de configurar un plan para volver a enganchar a los alumnos.
            El centro tiene que asegurarse en obtener un ambiente óptimo para motivar a los alumnos. Las mejores estrategias consisten en:
-          facilitar un ambiente escolar ordenado y seguro.
-          que los alumnos no lleguen a temer ningún tipo sufrimiento por culpa del acoso, amenazas físicas y otros tipos de violencia.
-          tener normas que sean justas y utilizadas con consistencia.
-          personalizar la enseñanza.
-          Personalizar el currículo de aprendizaje, etc.
            También es importante evitar cualquier clase de experiencia negativa que pueda causar un desenganche del alumno, como, por ejemplo, un clima social y académico inhóspito, despersonalizado y burocrático.
            Es fundamental tener en cuenta a aquellos alumnos que forman parte de sectores social, económico y culturalmente desfavorables, ya que de entrada tienen más dificultades que los demás alumnos.
            Hay que proporcionar un currículo de aprendizaje que se base en actividades relacionadas con la vida real con el fin de mantener enganchados a los alumnos y detener cualquier caso de absentismo.

2.5   LA NECESARIA CONEXIÓN Y TRABAJO CON LAS FAMILIAS


Un componente crítico en cualquier programa de absentismo, ya sea de prevención o de intervención, es la implicación de las familias. No solo es una cuestión lógica, además, están ampliamente documentados los beneficios de la implicación de los padres tanto el resultado académico como en asistencia.
Rumberger (2001) afirma que los padres implicados con la escuela impulsan la asistencia de sus hijos. El problema en muchos casos como indican Epstein y Sheldon (2002) es que las escuelas casi nunca implican a las familias hasta que el problema es tan severo que los estudiantes fracasan en el curso.
Chang y Romero (2008) apoyan la misma idea con estudios en los que demuestran esa correlación entre implicación parental y resultados académicos y asistencia.
Ahora bien, ¿que entendemos por implicación?
Aquí es donde Reimer y Dymock (2005) exponen de forma clara lo que deberíamos entender por implicación.  “No se trata de tener informados a los padres, se trata de que aporten sus ideas, conocimientos y experiencias”. Es decir, no hay que conformarse con invitar a los padres a una reunión en la que les informemos de la situación, se trata de que se impliquen y formen parte activa. No solo porque hay un problema, LOS PADRES SON MIEMBROS DE LA COMUNDAD EDUCATIVA.
Por supuesto la información es importante y es necesario como ya reflexionaba Roderick (1977) que padres y personal de la escuela, adultos en general formen un equipo que transmita el mismo mensaje. Por tanto, los padres deben de contar con toda la información, deben ser informados desde el inicio, desde las primeras ausencias para que se pueda enviar el mensaje conjunto de que la asistencia importa.
Por último, en cuanto al trabajo cooperativo entre familia y centro educativo se refiere, es importante remarcar que no todas las familias transmiten de la importancia de la educación por diferentes razones. Incluso en muchas ocasiones lo intentan, pero carecen de habilidades o conocimientos de los que ayudarse, por eso es importante atender la formación de los padres y ofrecer ayudas en este aspecto.

CONSIDERACIONES FINALES

Obviamente, no se han abordado todos los frentes que es preciso contemplar alrededor de múltiples facetas organizativas, curriculares y educativas de la vida del centro escolar.
Por otra parte, se sitúa el foco de atención únicamente en el centro, no se suele abordar con detenimiento la necesaria coordinación entre el centro y las familias, sin lugar a dudas, imprescindible.
Por tanto, nos gustaría acabar con este enfoque de la situación:
- El absentismo está ligado a múltiples causas y factores no situadas todas en el centro escolar pero tampoco situadas todas más allá de sus paredes.
- Ante este problema es necesario trabajar cooperativamente tanto en el centro escolar como con las familias y otras instituciones de la comunidad.



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