El origen del teatro se desplaza
hasta el año 600 a.C, en las fiestas de Dionisio, dios del vino y la
vegetación, en las cuales, un grupo de hombres se disfrazaban como sátiros –criaturas
mitológicas: mitad hombre, mitad cabra-
y representaban historias. A su vez, el Ditirambo – coral lírico-
cantaba el himno Dionisio acompañado por danzas.
A riesgo de parecer absurdo que,
después de cerca de tres mil años de vigencia, alguien considere el Teatro como
una innovación, máxime cuando en la mayoría de los centros de enseñanza se
llevan a cabo dramatizaciones que dan prestigio. Es importante que el
Teatro escolar no deba ser solamente el broche de oro con que termine el curso:
puede y debe ser exprimido de tal manera que se convierta en el meollo de
nuestro quehacer educativo.
En estos tiempos tan poco
generosos, tan poco dialogantes, en los que el niño se siente solo, no ha de
pedírsele que exprese exclusivamente su mundo interior, sino que escuche también. El gran problema de la sociedad en la que vivimos es
que no sabemos escuchar. Tal vez hayamos generado esta sordera como refugio
ante la invasión de mensajes que nos acosan continuamente. La actitud de
nuestros escolares ha sufrido un acentuado viraje hacia horizontes hasta hace
poco insospechados. El abuso de medios audiovisuales, si bien informa sus
mentes con mucha facilidad, puede deformar su expresividad. El niño teleadicto
de ahora no juega, no ríe, no compite con los demás: lo hace con y contra la
máquina, contra el videojuego, contra el ordenador. Ha dejado de ser un emisor
de emociones para convertirse en un mero receptor. Desgraciadamente, no de los
conocimientos y las ideas naturales propias, sino de otras exteriores, inculcadas
subliminal y programadas por personas que no pretenden educar en valores; solo
contar lo que les es conveniente. En contraste, los niños nunca han estado
mejores atendidos y más abandonados.
Entonces, la aplicación del
teatro puede ofrecer un gran número de ventajas en los estudiantes que no sólo
le ayuden en el ámbito escolar, si no, en el social también. Especialmente, en
cuanto a la relación entre personas se refiere:
- Potencia
las relaciones personales con sus compañeros y con los adultos, favoreciendo la formación integral del
niño como ser social.
- Permite desarrollar las diferentes formas de
expresión, desde el lenguaje hasta el movimiento corporal o la música.
Además, se estimula el placer por la lectura y la expresión oral,
perfeccionando la habilidad comunicativa de los más pequeños.
- Al
perder el miedo a hablar en público, el teatro fomenta la confianza en uno mismo y
aporta una mayor autonomía personal, ayudando a los más tímidos a
superar sus miedos. Además, mediante la adopción de diferentes roles y
personajes, el teatro es la mejor herramienta para que el niño pueda mostrar
sus sentimientos e ideas, y haga público especialmente aquello que le
cuesta verbalizar.
- Desarrolla
la empatía, ya que enseña a
los más pequeños a ponerse en el lugar de otras personas diferentes a
ellos. Al ponerse en la piel de diversos personajes, los
estudiantes pueden experimentar lo que se siente en situaciones que quizá
no podrían haber vivenciado de otra forma.
Hacer del teatro un
procedimiento transversal puede parecer difícil en un principio, pero es cuestión
de asumirlo como una técnica pedagógica más. Complementando los libros de
texto, las excursiones o los trabajos en grupo, las representaciones pueden convertirse en uno de
los pilares de las clases
El teatro es un
diálogo, un reto que estimula y transforma. Los alumnos, que no dejan de ser
niños, lo necesitan para poder superar la superprotección familiar y la soledad
producida por la exposición a los medios audiviovisuales con ordenadores y
televisiones. Necesitan, además, superar problemas de confrontación social como
la torpeza, pereza o inseguridad.
Además, ¿quién no se ha emocionado nunca en el teatro cuando una obra le ha impactado de alguna manera? Todos - o casi todos- hemos pasado por ese momento en el que nos enfrentamos a algo personal y lo vemos reflejado en una obra -escrita o representada- que acaba haciéndonos reflexionar.
Incluso, tomar decisiones. Nos abre la mente, el alma y los sentidos al mundo .
No debemos olvidar que los alumnos sentados al día demasiadas horas. Las sillas son incómodas, demasiado estructuradas y les acaba favoreciendo a la pérdida de la concentración. Se ha demostrado en diferentes estudios, que las clases siguientes a Educación Física acaban desarrollándose más satisfactoriamente porque los alumnos han conseguido soltarse y despejarse lo suficiente como para tener la mente activa de nuevo. Es duro pasar tantas horas intentando centrarse en asignaturas que no a todo el mundo les motivan igual con métodos de enseñanza arcaicos. Por eso, el poder hacer clases en las que los alumnos se muevan y se expresen hará que su mente esté más dispuesta a adquirir conocimientos nuevos y aplicarlos. Habrá días malos, en los que los alumnos puedan no tener ganar de trabajar por razones diversas pero, como actriz he aprendido a tener que trabajar con días buenos y, por supuesto también, con días malos. Porque los días no vienen como uno quiere, sino, como se dan. Está claro que uno hace de su día lo que le parece, depende de cómo se tome uno las cosas que se desarrollarán de una forma u otra, pero sentirse mal también es inevitable. Trabajar con este sentimiento también les ayudará a poder dosificarlo y lidiar con ello en su día a día. Es necesario, entonces, trabajar con la educación emocional con ellos.
En resumen: el teatro puede ser una estrategia pedagógica motivadora y multidisciplinar, en la que todos los participantes han de ser protagonistas y autores flexibles y elásticos, valorando las opiniones de todos. Los alumnos acabarán conocimiento su propia voz y utilizar la palabra como el medio más noble de expresión, el uso de la expresión corporal y potenciar la lectura y corregir defectos de dicción. Por otro lado, por el hecho de enfrentarse a los problemas de los personajes, acaban aprendiendo a desarrollar la capacidad de enfrentarse a sus problemas en la vida fuera del aula. Por supuesto, no debemos olvidar que el uso de la imaginación hará que ésta se desarrolle notablemente. Ya sabemos lo mucho que podemos conseguir con una buena imaginación desarrollada…
Os dejo con este video de las famosas charlas TED que habla un poco de todo esto:
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