Un buen parámetro
para medir la educación en un país es su tasa de abandono escolar.
Desgraciadamente, en España, el porcentaje de alumnos que abandonan sus
estudios sin conseguir titular es escandalosamente alto, principalmente si nos
miramos en otros países de Europa. Pese a ello, dentro de nuestro país también
encontramos diferencias abrumadoras entre las comunidades autónomas que lo
integran.
En el año 2000, en España abandonaban sus estudios el 29,7% de los alumnos. Aunque se ha hecho un importante esfuerzo desde entonces para reducir estos datos, lo cierto es que hoy en día siguen abandonando sus estudios más del 18% de los alumnos. Sin duda alguna, los datos muestran resultados muy preocupantes. Prácticamente, 2 de cada 10 estudiantes deciden, por diversas razones, dejar de estudiar antes de haber titulado.
Si nos centramos en el año 2015, podemos comprobar como la media española se había conseguido reducir en un 10% respecto a los datos del año 2000, es un buen dato que invita a pensar que se ha mejorado en algo, pero que sigue sin resultar suficiente. Analizando un poco los datos, vemos como el norte peninsular se situaba a la cabeza en la lucha contra el abandono. País Vasco, Cantabria y Navarra eran las comunidades que tenían una tasa de abandono más próxima a la media europea con un 9.7, 10.3 y 10.8 respectivamente. En el extremo opuesto nos encontramos con las Islas Baleares, Extremadura, Murcia y Andalucía, todas ellas con un porcentaje superior al 24%.
En el año 2000, en España abandonaban sus estudios el 29,7% de los alumnos. Aunque se ha hecho un importante esfuerzo desde entonces para reducir estos datos, lo cierto es que hoy en día siguen abandonando sus estudios más del 18% de los alumnos. Sin duda alguna, los datos muestran resultados muy preocupantes. Prácticamente, 2 de cada 10 estudiantes deciden, por diversas razones, dejar de estudiar antes de haber titulado.
Si nos centramos en el año 2015, podemos comprobar como la media española se había conseguido reducir en un 10% respecto a los datos del año 2000, es un buen dato que invita a pensar que se ha mejorado en algo, pero que sigue sin resultar suficiente. Analizando un poco los datos, vemos como el norte peninsular se situaba a la cabeza en la lucha contra el abandono. País Vasco, Cantabria y Navarra eran las comunidades que tenían una tasa de abandono más próxima a la media europea con un 9.7, 10.3 y 10.8 respectivamente. En el extremo opuesto nos encontramos con las Islas Baleares, Extremadura, Murcia y Andalucía, todas ellas con un porcentaje superior al 24%.
En el año 2016,
España consiguió romper la “barrera” del 20%, reduciendo su abandono al 19%.
Existen datos que muestran que no todo está perdido, puesto que excepto
Navarra, Murcia, Castilla y León y las Islas Baleares, todas las demás
comunidades consiguieron reducir su índice de abandono escolar. Ceuta, Melilla
y Extremadura, todas ellas con índices muy altos de abandono, fueron las que
mejores datos obtuvieron en cuanto a reducción del porcentaje, con un 4%
respecto al año anterior.
El abandono
escolar es muy preocupante en parte debido a que las tasas de paro juvenil son
muy altas, exceptuando el caso de Baleares, en las zonas donde existe un mayor
abandono escolar, por lo que los jóvenes se ven sin estudios y con unas
posibilidades de encontrar empleo reducidas. Es necesario, tanto por parte de
las instituciones políticas y por parte de las instituciones educativas atraer
a los jóvenes a las escuelas, generar un atractivo que merezca la pena ser
seguido.
Tasas del abandono escolar en la Unión Europea:
Para tener en cuenta las tasas, debemos ir a los
indicadores clave como son los que se muestran a continuación:
Sobre todo cabe destacar los 3 primeros. Si vemos los
datos de España entre los años 2012 y 2015, vemos que la evolución ha sido
positiva: de un 24,7% ha descendido a un 20%. Sin embargo, si lo comparamos con
la media de la UE, vemos que es significativamente más alta: en Europa en 2012
el porcentaje era de un 12,7% mientras
que en 2015 era de un 11%. Mucho más baja que en España, y también con
tendencia a la baja.
En el segundo indicador, podemos percibir la misma
tendencia: los titulados en educación terciaria (de 30 a 34 años) son un 41,5%
en España en 2012 y muy parecido en 2015, aunque ligeramente superior: un
40,9%. En Europa es de un 36% en 2012 y de un 38,7%en 2015.
Es también interesante el tercer indicador: nos muestra
un 97,7% en 2012 en España, ya que es muy común la escolarización en Educación
infantil y por ello es muy alta, igualmente en 2015. En Europa es algo
inferior, con escasa diferencia entre 2012 y 2015.
Respecto a estos indicadores contextuales, es interesante el primero, destacar que la inversión en España es menor que en la UE, y que este porcentaje no tiende a subir sino a descender, aunque sea mínimamente.
Veamos ahora un gráfico interesante sobre la comparativa entre España y la UE:
Se ve la evolución de 2008 a 2015: la tendencia tanto de España como de la Unión Europea es descendente, pero en España la tasa es significativamente mayor. Comparando por regiones vemos que la de mayor abandono escolar es el Sur y las que menos el noreste, el noroeste y Madrid.
En los periódicos nos encontramos con las siguientes
noticias, que nos dan datos de España en relación con el resto de países de
Europa y una comparativa entre los países miembros de la UE:
“España es el segundo país de la Unión Europea en fracaso escolar con una tasa del 19% de jóvenes entre 18 y 24 años que han abandonado prematuramente el sistema educativo habiendo completado como mucho el primer ciclo de Secundaria (la ESO) y no habiendo recibido ningún tipo de formación en el último mes.
Esta tasa sólo está superada por Malta (19,6%) y se
sitúa muy por encima de la media europea (10,7%)”
“Las tasas de abandono escolar temprana más bajas se dan
en Croacia (2,8%), Lituania (4.8%), Eslovenia (4,9%) y Polonia (5,2%).
“Trece países cumplen -y de hecho superan ya- su meta
nacional para 2020. Se trata de Bélgica (8,8%, por debajo del 9,5%
pactado), Dinamarca (7,2%, por encima de la meta del
10%), Irlanda (6,3%, por encima de su meta del 8%), Grecia (6,2%,
frente al 10% pactado), Francia (8,8%, por encima de su meta del
9,5%), Croacia(2,8%, frente al 4%), Italia (13,8%, por encima
del 16% pactado), Chipre 7,7%, por encima del 10%), así
como Lituania (4,8% frente al 9% pactado), Luxemburgo(5,5%, casi
la mitad del 10% pactado), Austria (6,9%, por encima del 9,5%
pactado), Eslovenia (4,9%, una décima menos que la pactada)
y Finlandia (7,9%, una décima por debajo de su meta nacional).”
Por otro lado, según
el "Plan
para la reducción del abandono educativo temprano" recogido
por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MEC); la
proporción de abandonos prematuros de la educación y la formación debería estar
por debajo del 10% para garantizar que haya más personas que terminan su
educación y formación en 2020. España se compromete a estar
por debajo del 15% para ese año.
Europa
considera crucial que los jóvenes de entre 18 y 24 años no rebasen la
mencionada tasa de abandono de la enseñanza y formación. Sin embargo, si
continúa la tendencia actual, el objetivo no se cumplirá. Debemos considerar en
situación de abandono educativo temprano a todas aquellas personas que han
abandonado el sistema educativo sin tener la cualificación necesaria para
desenvolverse en una sociedad tecnificada y moderna, independientemente de su
edad, así como todos aquellos ciudadanos que estando escolarizados, y no
habiendo abandonado el sistema educativo, son población de riesgo.
Ante un
problema sistémico como este, la Unión Europea plantea una estrategia de
fortalecimiento de la economía, ya que la educación se encuentra vinculada al
sistema económico-político de un país. Dicha estrategia está basada en:
- Un
crecimiento inteligente. Se busca que la economía se desarrollo bajo el conocimiento y la
innovación.
- Un
crecimiento sostenible. Se promociona una economía que haga un uso más eficaz de los
recursos, que sea más verde y competitiva.
- Un crecimiento
integrador. Se fomenta una economía con alto nivel de empleo, que tenga
cohesión social y territorial.
Ligadas a
tales estrategias económicas, el Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte, así como las administraciones ligadas a él, plantean
una serie de objetivos a alcanzar, que son:
1) Impulsar y garantizar una educación y formación de
calidad para todos los ciudadanos a lo largo de sus vidas, que
facilite su desarrollo integral y éxito en el proceso educativo;
2) Implantar medidas de intervención educativa
que incidan en los factores de riesgo de abandono temprano, divididas en:
· Medidas de prevención. Se pretende proporcionar
una educación infantil de calidad, aumentar la oferta educativa proporcionando
oportunidades de enseñanza y formación más allá de la edad de enseñanza
obligatoria, promover políticas activas contra la segregación, destacar el
valor de la diversidad lingüística y apoyar a los niños que tienen una lengua
materna distinta, fortalecer la participación de los padres, aumentar la
flexibilidad y la permeabilidad de los itinerarios educativos, reforzar unos
itinerarios de formación profesional de alta calidad y aumentar su atractivo y
su flexibilidad, así como fortalecer el vínculo entre los sistemas educativos y
de formación con el mundo del trabajo. Plantea como ejemplos las políticas
contra la segregación, medidas de discriminación positiva e itinerarios educativos
flexibles.
· Medidas de intervención. Se trata de emplear
medios como la tutoría individual, adaptar la enseñanza a las necesidades de
cada alumno, reforzar la orientación escolar y profesional y garantizar que los
jóvenes cuya situación económica pueda provocar la suspensión de sus estudios
tengan acceso a las medidas adecuadas de apoyo financiero. Sugiere convertir los
centros de enseñanza en comunidades de aprendizaje, establecer redes con
agentes ajenos a la escuela y la creación de Escuelas Abiertas.
· Medidas de compensación. Consiste en crear programas de segunda oportunidad, establecer distintas vías de reincorporación a la enseñanza y la formación generales, reconocer y validar aprendizajes.
3) Detectar casos de riesgo e intervenir para
facilitar la reincorporación de los que ya abandonaron prematuramente el
sistema educativo.
El Plan
de intervención llevado a cabo por las administraciones se ha
elaborado con base en tres aspectos básicos:
1) Una definición consensuada de “abandono
educativo temprano”.
2) El análisis de los datos que reflejan la realidad educativa en nuestro país.
3) El estudio de los datos que nos definen
comparativamente en la Unión Europea (UE) y la OCDE.
En
definitiva, se proponen nuevas prioridades de trabajo destinadas a
movilizar la educación y la formación para que contribuyan a la
Estrategia Europa 2020.
El
documento sostiene que “es preciso modernizar los sistemas de educación y
formación para aumentar su eficacia y calidad y dotar a las personas de las
capacidades y competencias que necesitan en el mercado de trabajo, lo que
aumentará su confianza para superar los retos actuales y futuros, contribuyendo
a aumentar la competitividad de Europa y generará crecimiento y empleo".
Realizado por: Macarena Muñoz, Raquel Muñoz, Jesús Muñoz, Christian Mur
Realizado por: Macarena Muñoz, Raquel Muñoz, Jesús Muñoz, Christian Mur
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