ACTIVIDADES EXTRA ESCOLARES
Se definen las actividades extra escolares como aquellas que
están encaminadas a potenciar la apertura del centro educativo a su entorno y a
procurar la formación integral del alumnado. Estas actividades siempre se
realizarán fuera del horario lectivo, tendrán carácter voluntario para el
alumnado y buscarán la implicación activa de toda la comunidad educativa.
Las actividades extra escolares han sido y son utilizadas por
muchos de los padres de alumnos y alumnas para ayudar a mejorar el rendimiento
escolar de sus hijos, aunque también se utilizan para controlar y gestionar su
tiempo de ocio, mediante actividades deportivas, culturales, etc; el fallo viene porque, generalmente, no estudian la coherencia y la
adecuación de tales actividades al nivel curricular y a las necesidades
educativas de los chic@s, y aunque sin mala intención, en la
mayoría de los casos lo que consiguen es agotarlos, minando su rendimiento
escolar en vez de estimularlo. Hay alumnos y alumnas, que carecen de tiempo
suficiente para poder realizar las actividades de clase y estudiar, porque han
tenido la tarde ocupada con clases de inglés, de música, deporte, etc... y
llegan a casa cansados, presentando, a menudo, falta de concentración, efecto
de la saturación y el estrés. Por ello, es conveniente consultar al docente para
conocer las necesidades educativas del alumno o alumna antes de organizarle las
actividades extra escolares por cuenta propia.
BENEFICIOS DE LAS ACTIVIDADES EXTRA ESCOLARES
- Horario ampliado. En muchas ocasiones una de las razones de peso para que los hijos acudan a una actividad extra escolar es por el horario laboral de los progenitores, es imposible llegar antes al colegio para recoger a los niños y la duración que tienen las extra escolares son una prórroga para poder llegar a tiempo.
- Actividad complementaria: Este aspecto va a depender en función del tipo de extra escolar que sea, habiendo dos clases: uno, la actividad que está relacionada con las materias impartidas en el centro, por ejemplo “apoyo escolar” “inglés”… y en este caso apoyará a los contenidos ya conocidos y trabajados o dos, puede ser una actividad que desarrolle otras disciplinas que en el horario lectivo no están contempladas, por ejemplo “teatro” o “judo”. En los dos casos las actividades extra escolares complementarán la formación del alumno
- Beneficios de la propia actividad: Dependiendo de la naturaleza de la actividad extraescolar (formativa, lúdica-artística o deportiva), tiene una serie de beneficios tanto para la mente como para el cuerpo. Después de clase, realizar ejercicio beneficia al rendimiento del niño/a así como a su desarrollo físico. Si la actividad es más tranquila, de naturaleza artística o formativa será beneficiosa para sus aptitudes y actitudes más intelectuales.
- Espacio para liberar la energía: Qué mejor después de un día lleno de clases que tener un espacio donde “gastar” la energía, jugar y disfrutar con sus compañeros, llegando a casa más relajados y despejados.
- Socialización: Al ser un espacio más “informal” es perfecto para trabajar a través de dinámicas y actividades la socialización de los niños, ayudando así a formar una buena autoestima personal y social.
- Trabajo en equipo: Es otro de los aspectos fundamentales de las actividades, el respeto, la tolerancia son factores esenciales en la formación de los futuros adultos de nuestra sociedad. Muchas veces en las escuelas no se puede trabajar tan a fondo como sería deseable y se realiza más un trabajo individual. En actividades extraescolares de tipo deportivo o artístico el trabajo en equipo es esencial para realizarlas.

- Estimulación: No hay una sola forma de aprender ni los contenidos ni los valores, por eso es muy interesante que el niño/a aprenda desde diferentes profesores y monitores para que realmente integre el conocimiento y no la forma de realizarlo. Actividades más distendidas o un apoyo al estudio puede ayudar en el aprendizaje.
- Alternativa de tiempo libre contra el ocio nocivo: sin duda, hoy en día, este es uno de los princpales beneficios, bajo mi punto de vista, que tienen estas actividades. En el día a día y tal y como están diseñadas las ciudades, la infancia y adolescencia de las grandes poblaciones no juega en la calle, el ocio como ahora se concibe es delante del televisor o con videojuegos.
CONTRIBUCIÓN DE LAS ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES A LA CONSECUCIÓN DE LAS
COMPETENCIAS BÁSICAS POR PARTE DEL ALUMNADO
Además de los beneficios expuestos anteriormente, las
actividades extraescolares ayudan también a la adquisición de las competencias
básicas que un alumno debe presentar, y que vienen detalladas en el BOE.
Las competencias básicas son aquellas que necesitan alcanzar los estudiantes para lograr su realización personal, poder incorporarse a
una vida adulta de forma satisfactoria, y ser capaz de seguir aprendiendo a lo
largo de su vida.
Con las distintas áreas y materias del currículo se pretende
que los alumnos y alumnas adquieran estas competencias, sin embargo, es
conveniente que el trabajo en estas áreas sea complementado con diversas
medidas organizativas. Para ello, una planificación adecuada de actividades extra escolares
puede reforzar y contribuir a la adquisición y desarrollo del conjunto de las
competencias básicas.
Se identifican ocho, que son las
siguientes:
- Competencia en comunicación lingüística.
- Competencia matemática.
- Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico.
- Tratamiento de la información y competencia digital.
- Competencia social y ciudadana.
- Competencia cultural y artística.
- Competencia para aprender a aprender.
- Autonomía e iniciativa personal
¿COMO ESCOGER LA ACTIVIDAD APROPIADA?
Lo más importante es preguntar al niño/adolescente qué es lo
que le gusta y a partir de ahí darle opciones compatibles con su día a día. En
la etapa secundaria, hay muchos alumnos que ya llevan desde años anteriores
practicando algún tipo de actividad, y continúan con ella; pero hay otros que
es posible que empiecen a dar señales de que les gusta algo, y es el momento de
“engancharles”.
Habitualmente, las extraescolares se pueden clasificar
en deportivas (fútbol,
baloncesto, patinaje...), creativas (música,
teatro, pintura...) y académicas (idiomas,
matemáticas divertidas, informática...). Cada grupo presenta unos beneficios
distintos, no hay una actividad mejor
que otra, depende de cada niño y sus circunstancias, sus
capacidades y necesidades.
Las actividades deportivas favorecen la concentración, promueven un estilo de vida saludable y
repercuten de forma beneficiosa en los procesos de aprendizaje. Los
niños desarrollan valores como el espíritu de superación, el compañerismo, el
autocontrol y la tolerancia a la frustración. Estas actividades suelen ser las
más populares. En los deportes se fomentan muchos valores y se ayuda a superar
la timidez. Además, poco a poco hemos conseguido ir eliminando muchos prejuicios,
sobre todo en cuanto a “deportes para chicos y deportes para chicas”.
Por su parte, en las actividades de tipo académico se apoya a
los niños con problemas de aprendizaje y se refuerza lo estudiado en clase.
Además, los alumnos con ganas de saber cosas nuevas sacian su curiosidad y, en
general, obtienen mejores
resultados en todas las materias ya que se refuerza lo aprendido en
el aula de forma lúdica.
En las de tipo artístico se potencian las destrezas manuales
y la motricidad y se favorece la
expresión de sentimientos. Los alumnos que se decantan por
actividades musicales consiguen mejores resultados, por ejemplo, en el área de
matemáticas ya que contribuyen al desarrollo de la creatividad e imaginación.
En ocasiones, los niños dejan de querer practicar una u otra actividad. Muchos
padres se preguntan si deben forzarles a ir. Bajo mi punto de vista, es básico
escuchar al niño. Como futura profesora, creo que lo primero es que los hijos
cuenten a sus padres porqué quieren dejar de practicar esa actividad, si es
porque no les gusta, porque el profesor/entrenador no les convence, porque el
resto de compañeros se portan mal con el/la, etc. También depende de la
situación, si lleva muy poco tiempo apuntado, menos de un mes, por
ejemplo, hay que animarle a que
continúe algún tiempo más para que se adapte. Si pasado un tiempo sigue
sin querer ir y le forzamos, estaremos creando una situación de estrés, justo
lo contrario a lo que se busca con estas actividades.
Como experiencia personal, yo he practicado deporte desde los
8 años, y he de decir que ha sido fundamental para formarme como persona, me ha
inculcado unos valores que probablemente no hubiera adquirido por otros medios,
he conocido gente increíble que va a formar parte de mi vida para siempre, y por
supuesto me ha ayudado a superarme a mí misma. Además, me ha servido para
aprender a organizar mi tiempo, puesto que, desde los 17 años, mi día a día era
ir a clase (2º bachillerato), trabajar dando clase del deporte que yo
practicaba (judo) como actividad extraescolar en un colegio, y desde ahí a
entrenar yo. Llegaba a casa a eso de las 22:00 casi todos los días, por lo que
o me organizaba con el estudio, o era imposible. Esa ha sido mi rutina hasta
que terminé la carrera, que ya dejé de entrenar yo y encontré otro trabajo,
pero sin duda, ha marcado mi adolescencia y juventud.
Animo a los padres a que escuchen a sus hijos/as y sean
capaces de ayudarles y guiarles en lo que les gusta, y por supuesto apoyarles. Yo
desde luego, sin el apoyo de mis padres, no habría aguantado ni un año… jajajajaja.
Soy quién soy gracias a las actividades extraescolares. Sin embargo, pienso que el niño debería ser el que decida que es lo que quiere hacer con su tiempo libre. Con esto quiero decir que en muchas ocasiones los padres, ven en las actividades extraescolares su propia asignatura pendiente y obligan al chaval a hacerlas. Seamos observadores con lo que nuestros pupilos desean¡
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