Para comenzar con esta publicación, me gustaría contaros cuando comencé a
interesarme por la educación de los niños que pasan largas temporadas en el
hospital.
Marzo de 2017.
Primer día de prácticas en el departamento de radiología de cierto hospital.La
técnico que me supervisa y con la que voy a trabajar las próximas dos semanas
en el servicio de medicina nuclear, me advierte de lo siguiente: “Sara, nuestra
próxima paciente es Gabriela, una peque de 3 años que viene a la revisión de un
neuroblastoma. La va a liar seguro, en cuanto ve una bata blanca que se acerca
a ella se pone a llorar y a gritar. Esta bastante delicada”. Genial, mi primer
día y ya me doy de bruces con la realidad. ¿3 años? ¿Cáncer? Definitivamente la enfermedad nos puede llegar a
todos y en cualquier momento de nuestra vida.
Gabriela debería
haber empezado el cole hace 9 meses, pero desgraciadamente y debido a su
enfermedad, no ha podido ser así. Me pregunté entonces que ocurre con todos
esos niños que durante un largo período no pueden acudir al colegio, así que ese
día, llegué a casa y busque información sobre las aulas hospitalarias. Podríamos
decir que son pequeños centros educativos integrados en los propios hospitales
y cuyo objetivo principal es evitar que el niño se desconecte de la educación
durante su estancia en el hospital.
La asistencia al
colegio ocupa la mayor parte del tiempo durante la infancia y adolescencia, y
es necesaria para su formación intelectual y su normalización en la sociedad, y
para favorecer su relación con sus iguales. Es crucial que durante el proceso
de la enfermedad no se pierda esta faceta tan importante en la formación
integral del niño. En ocasiones los tratamientos de algunas enfermedades pueden
ser procesos largos, que puede durar incluso años, y es fundamental que el niño
no se aleje del nivel de sus compañeros ni pierda el ritmo escolar.
Hace unos días tuve la gran suerte de poder pasar una mañana en el aula
hospitalaria del Hospital HM Madrid Montepríncipe, única aula hospitalaria de
España del sector privado, y conocer un poco su funcionamiento y su proyecto
educativo, con lo que el objetivo final de esta publicación es compartir con
vosotros dicha experiencia así como las particularidades que presenta este aula
frente a las que existen en los hospitales públicos.
Dicha aula se
encuentra se encuentra integrada
en la propia Unidad de Hematología y Oncología Pediátrica del Hospital
Universitario Madrid Montepríncipe lo
cual facilita enormemente la labor del personal docente y sanitario ya que la
zona de hospitalización, de tratamiento y de educación se encuentra en la misma
zona del hospital.

El aula cuenta
también con un parque infantil, una cancha de baloncesto y una zona de picnic,
zonas todas ellas exteriores que se utilizan a menudo para impartir clase
siempre que la meteorología y el estado físico de los niños lo permita así como
para celebrar ,y creedme, celebran mucho; para ellos, cualquier pequeño avance
en su enfermedad es motivo de celebración. El suelo de todas estas zonas está adaptado para que los niños puedan
acceder a ellas con sus bombas de medicación (situación más que habitual
durante tratamientos de quimioterapia). Además, en el interior, tienen también
zonas recreativas provistas de juegos, televisión, equipo de música, etc. para
que pueda trabajar la socialización e incluso invitar a sus amigos.
Destacar también
las zonas destinadas a los padres y madres, que son los que más tiempo pasan en
estas aulas después de los propios niños.
La escuela de padres y madres que se creó después de la fundación del
aula se encarga de realizar actividades recreativas para éstos, así como
sesiones de cine fórum, talleres de manualidades, de fotografía, etc.
En dicha Unidad se atiende a niños de edades
comprendidas entre los 0 y los 18 años que padecen algún tipo de cáncer, y
aunque el aula hospitalaria está dirigida a este tipo de pacientes también está
abierta a cualquier niño que permanezca hospitalizado un largo tiempo. Si bien
es cierto que los pacientes oncológicos y cardiológicos son los que dan más uso
de este servicio por ser los que más tiempo pasan ingresados. Un poco más
adelante os explicaré un poco más en detalle el perfil de alumnos de esta aula
hospitalaria.
Para el buen funcionamiento de este tipo de proyectos, se hace
imprescindible la normalización de la vida del niño en el contexto del
tratamiento de su enfermedad y en este
sentido, la normalización de la vida del niño con cáncer pasa obligatoriamente
por la escolarización durante todo el tiempo que dura su tratamiento. Pero es
imprescindible, que durante el horario escolar, al niño se le trate como un
alumno y no como un enfermo. Para facilitar esta tarea, en el aula hospitalaria
de HM Madrid Montepríncipe los niños acuden al aula vestidos con ropa de calle
y no en pijama como puede ocurrir en los hospitales públicos.
¿A QUIEN VA DIRIGIDA EL AULA HOSPITALARIA
HM MADRID MONTEPRÍNCIPE?
a) Los niños que
están en tratamiento y se encuentran ingresados en la Unidad de Hematología y
Oncología Pediátrica.
b) Los niños que
vienen a dicha Unidad a recibir tratamiento ambulatorio (Hospital de día).
c) Los niños
que, estando en tratamiento médico y como consecuencia del mismo, no pueden ir
a su colegio y acuden al Aula Hospitalaria cada día, como su colegio de referencia
durante el tratamiento de la enfermedad.
d) También
reciben asistencia en el Aula los alumnos que vienen a recibir tratamiento
periódicamente uno o varios días en el hospital, aunque ya estén asistiendo a
su colegio habitualmente.
e) Eventualmente
asisten al Aula Hospitalaria alumnos que están incorporados plenamente en su
colegio, pero pasan algún día en el hospital para hacerse pruebas o recibir
algún tratamiento.
f) También
eventualmente se da asistencia a niños
que son hermanos de pacientes de larga duración y que están desplazados de su
residencia y por lo tanto no pueden asistir a su colegio. En este caso se
coordinan con el colegio y les facilitan la programación para el tiempo que
vaya a durar el desplazamiento.
En este punto se recoge una de las grandes particularidades de este aula
hospitalaria, ya que como habéis podido ver, no solo está destinada a niños o
adolescentes que se encuentran ingresados en ese momento, tal y como ocurre en
las aulas hospitalarias públicas.
¿CUÁLES SON LOS OBJETIVOS DEL AULA HOSPITALARIA HM MADRID MONTEPRÍNCIPE?
Todos los objetivos que se presentan a continuación están basados en la
normalización de la vida del niño enfermo y como es de esperar se deben adaptar
a las necesidades educativas y estado físico de los niños atendidos:
1. Proporcionar
atención educativa al niño para asegurar la continuidad del proceso de
enseñanza aprendizaje, integrando los aspectos curriculares dentro de un marco
de actuación que contemple al mismo tiempo la situación física y emocional del
niño.
2. Paliar el
déficit académico que se hubiera podido producir antes del diagnóstico, ya que
habitualmente en el período previo a éste se produce mucho absentismo escolar
debido a las etapas iniciales de la enfermedad.
3. Favorecer, a
través de un clima de participación e interacción, la integración
socio-afectiva de los niños hospitalizados y en tratamiento, evitando que se
produzcan procesos de angustia y aislamiento.
4. Asegurar la
coordinación adecuada entre los distintos profesionales que intervienen en la
atención educativa del niño enfermo.
5. Favorecer el
proceso de comunicación de los alumnos con sus centros de referencia mediante
el uso de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación, creación de
proyectos conjuntos, etc.
6. Fomentar la
utilización del tiempo libre en el Hospital, programando actividades de ocio de
carácter recreativo y formativo, en coordinación con otros profesionales y
asociaciones que desarrollen acciones en el entorno hospitalario.
7. Acompañar al
niño en su proceso de incorporación a su centro educativo, una vez terminado el
período de tratamiento.
Todos estos objetivos se pueden llevar a cabo gracias al principio básico del funcionamiento de este aula, que es
situar al niño en el centro del quehacer
diario, y gracias también a los dos pilares fundamentales de su tarea como
centro educativo, que son la flexibilidad,
para adaptarse en cada momento a la situación cambiante del niño enfermo, y la coordinación, que les permite dirigir el
esfuerzo en una dirección común para producir
el beneficio máximo en el alumno.
FUNCIONES DEL PROFESORADO
a)Establecer una coordinación sistemática con los centros de
procedencia de los alumnos, especialmente con los tutores, solicitando
información sobre la programación del curso en el que está escolarizado el
niño.
b)Elaborar y desarrollar cada propuesta curricular adaptada a las
necesidades educativas específicas del alumno, teniendo como referencia la
documentación remitida por el centro donde se encuentra escolarizado.
c)Proporcionar una atención personalizada, adecuada a las características
personales del alumno y a su nivel de competencia curricular.
d)Asesorar a las familias de los alumnos sobre el proceso
educativo de sus hijos, facilitándoles información e implicándolas para que
puedan colaborar en la medida de sus posibilidades.
e)Preparar la incorporación del alumno a su centro de referencia
informando de la situación en la que se encuentra y, en su caso, orientando al
centro sobre la conveniencia de realizar un plan de acogida.
Como síntesis de este apartado, cuando un alumno ingresa en la unidad y
comienza su asistencia al aula hospitalaria, la coordinación del centro se
persona en el centro educativo de pertenencia del niño para mediante la
entrevista con los tutores, departamento de orientación y otros profesionales,
recabar la mayor información posible sobre el niño así como para pedir las
programaciones didácticas con las que se trabajará en el aula hospitalaria. En cualquier
caso, toda esa información sobre el niño y las programaciones didácticas tienen
que servir para establecer un plan educativo personalizado y adaptado a la
situación de cada niño.
Por otro lado, el sistema de evaluación, sobre todo en lo referente a los
exámenes, es establecido por el centro de pertenencia, proporcionando éste las
fechas así como los exámenes que deben realizar los alumnos a la coordinación
del aula hospitalaria, para intentar de esta manera, que cuando el alumno
vuelva al colegio, haya seguido más o menos el mismo ritmo y alcanzado el mismo
nivel que el resto de sus compañeros y no sienta una brecha educativa en su
vida.
COMENTARIOS PERSONALES
A continuación
me gustaría hacer una serie de reflexiones y /o conclusiones surgidas después
de la visita al centro:
-Debido a que el área de trabajo de
las etapas educativas de primaria, secundaria y bachillerato se encuentra
unificada, esto provoca un trabajo cooperativo surgido naturalmente y de las
propias necesidades del proceso de enseñanza aprendizaje. En algunas épocas, y
desgraciadamente, el ratio de alumnos por profesor es más elevado y los alumnos
se ayudan y enseñan unos a otros.
-Los profesores de las diferentes
áreas (ciencias o letras para sintetizar) siempre están presentes, lo cual
favorece que se trabaje de una manera transversal con las materias.
-La labor del
docente en las aulas hospitalarias es durísima, no solo a nivel psicológico
como podéis estar pensando, sino también por la excelente preparación y trabajo
continuado que exige: el número de alumnos, el nivel de los mismos o los
momentos del curso en los que llegan, es muy cambiante, lo que hace que el
profesor deba saber adaptarse a multitud de temarios, metodologías…etc
-Los resultados
académicos suelen ser muy buenos a pesar de tener menos horas de clase que en
un colegio/instituto normal. Esto es posible gracias al bajo ratio de alumnos
por profesor.
¿Y TÚ?
¿TRABAJARÍAS EN UN AULA HOSPITALARIA?
Gracias por la
lectura, compañeros.
Me ha encantado Sara!! Yo he publicado un post sobre este mismo tema pero me habría gustado conocerlo más y gracias a ti lo he podido hacer. Me parece que hacen una labor enorme!! Enhorabuena por tu post!! Y sí, creo que si trabajaría en un aula hospitalaria, he aprendido mucho leyendo sobre este tema.
ResponderEliminarMuy buen artículo, la verdad es que este tipo de iniciativas pasan bastante desapercibidas y sólo las conoces cuando te toca a ti vivirlas, me parece una idea estupenda y más cuando se está haciendo con tanta profesionalidad. Es una iniciativa digna de replicar en todos los hospitales, no solo privados, para el bien de todos los niños que estén pasando por una situación difícil y su posterior vuelta a la normalidad. Me gustaría algún día colaborar en un proyecto parecido.
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