miércoles, 14 de febrero de 2018

La Participación Familiar es un Requisito Imprescindible para una Escuela Inclusiva.

La Participación Familiar es un Requisito Imprescindible para una Escuela Inclusiva.
Un artículo de  M. Calvo, M.A, Verdugo A.M Amor

Autores del Post: Ana Belén Romo, Emilio Roldan, Hugo Ropero y María Romero
Las familias no han tenido históricamente un rol activo en la dinámica educativa. No ha sido hasta tiempos recientes donde se han planteado las preguntas ¿Es la familia un agente educativo? ¿Debe involucrarse en el proceso educativo? La respuesta es y conforma en sí misma un contexto educativo.
Diversos estudios indican que incide en la mejora del rendimiento académico y en la autoestima de los alumnos, mejorando las relaciones con sus padres y con la escuela.
Eso nos lleva a buscar una educación inclusiva donde la familia participe activamente en el sistema educativo. Familia, escuela y comunidad deben trabajar conjuntamente. Para fomentar su participación es necesario establecer claramente las formas de participación, las normas y el rol que deben desempeñar las familias.
LA PARTICIPACIÓN
Son múltiples las declaraciones de estados, organismos internacionales y asociaciones que promueven la participación activa de las familias en la educación para conseguir una educación inclusiva para todos. Las políticas educativas en muchos países de nuestro entorno han promovido dicha participación para mejorar el éxito educativo y la calidad de vida familiar e individual. Desde los años 90 se ha incrementado la cooperación, participación e implicación en los centros educativos. Y de estos depende que se amplíe la implicación en la organización, gestión y desarrollo de los mismos.

¿DÓNDE Y CÓMO PARTICIPAN LOS PADRES?
La participación familiar en los centros educativos se da de dos formas; puede ser individual, en forma de tutorías con el objetivo de tratar asuntos relativos al aula, o colectiva en forma de asociaciones como AMPAs para tratar asuntos organizativos del centro. A pesar de esto la participación familiar parece reducirse a ámbitos extraescolares y de poca repercusión.
A nivel legal la participación familiar está recogida en la Constitución, en su artículo 27.7 recoge el derecho a la participación de las familias en función de leyes reguladoras explícitas. Las leyes que regulan este derecho son en primer lugar la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), en el artículo 118.5 indica la forma de participación de las familias a través de sus asociaciones y el Consejo Escolar, que promovía la participación en la gestión de los centros como un derecho y un deber para las familias. Sin embargo en segundo lugar la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) convierte a los Consejos Escolares en órganos meramente consultivos, disminuyendo el peso de las familias en la gestión de los centros.
A pesar de los esfuerzos legales por promover la participación familiar en los centros educativos distintos estudios indican que la participación es menor de lo que se pretendía, encontrándose los canales participativos establecidos por las leyes infrautilizados.
COMUNIDAD Y ESCUELA INCLUSIVA
Cuando hablamos de escuelas inclusivas, nos referimos a una implicación de todas las instituciones, organizaciones y grupos de la propia comunidad educativa para el diseño de los proyectos que se puedan poner en marcha dentro y fuera del centro. Y donde estos agentes, participen de una manera activa. No sirve con la fase de planificación, también hay que implicarse en la puesta en marcha.

Caminamos hacia una educación inclusiva donde la acción educativa debe ser una tarea compartida por FAMILIAS, ESCUELA Y OTRAS INSTITUCIONES SOCIALES COMPROMETIDAS CON LA EDUCACIÓN.
La participación de la comunidad y su correlación con el aprendizaje y el rendimiento escolar es cuantificable.
Se pueden distinguir lo que podríamos llamar roles, que nos explican las distintas maneras en las que se puede participar en la comunidad educativa:

Los dos primeros tipos de participación, no se reporta ningún tipo de inclusión.
Se pueden ejercer o asumir dentro de la comunidad, pero ni desarrollan la inclusión, ni  aumentan el rendimiento de los estudiantes.
Ø  INFORMATIVA: Las reuniones en las que participan se limitan a este papel, informativo. Cero decisiones, por tanto, cero inclusión.
Ø  CONSULTIVA: La participación se basa en la consulta a las familias. Y se hace a través de los órganos de gobierno del centro, como el Consejo escolar. Por tanto, la participación es muy limitada.
Las siguientes formas de participación sí que caminan hacia la escuela inclusiva.
Ø  DECISORIA: los miembros de la comunidad educativa participan en los procesos de toma de decisiones, ya que tienen una representación efectiva en los órganos de decisión. Pasamos de consultar a decidir. Además, las familias supervisan el rendimiento de cuentas del centro en relación a los resultados educativos que obtienen.
Ø  EVOLUTIVA: las familias y los miembros de la comunidad participan en la evaluación general del centro. Además, en este punto, familias participan en el proceso de aprendizaje, ayudando a evaluar sus progresos educativos.
Ø  EDUCATIVA: en esta fase las familias participan en el proceso de aprendizaje del alumnado, tanto en el horario escolar, como en el extraescolar. Las familias participan en programas educativos que dan respuesta a sus necesidades. Se podría decir que es la más perfectiva.
¿Cuáles son los órganos a través de los cuales se puede canalizar y hacer efectiva esta participación?:
Ø  A través del Consejo Escolar
Ø  Comisiones creadas en los centros para su mejor funcionamiento (comisiones de convivencia, económicas….)
Ø  También a través de las AMPAS
Pero también pueden participar de otras maneras, unas serían formales: como entrevistas, talleres y proyectos y otras sería informales: como estar a la entrada y salida del colegio o ser voluntarios en el centro.
También existen otras alternativas para implicar a los padres como murales, pancartas, webs, campañas de sensibilización, anuncios, cuentos y exposiciones.

IDEAS PARA MEJORAR LA PARTICIPACIÓN FAMILIAR
La participación de la familia tiene dos objetivos:
·         Mejorar los resultados educativos.
·         Diseñar programas familiares que disminuyan las dificultades que se dan en la relación
Los efectos de esta participación han sido estudiados:


Puesto que está demostrado que la participación, supone una mejora evidente en todas las partes, se plantean nuevas formas para el despertar el interés de los padres.
Es importante recordar que cada contexto escolar es DISINTO y tiene CARACTERÍSTICAS PROPIAS. Por eso es importante diseñar proyectos y actividades que permitan a las partes trabajar conjuntamente.
Es importante conocer las necesidades del centro -> Index for inclusion (permite de forma inmediata, realizar una autoevaluación identificar fortalezas y debilidades de los procesos a implementar.

Una propuesta para implicar a la familia y la sociedad son Comunidades de Aprendizaje, basadas en el aprendizaje dialógico: consiste en una transformación de la escuela y el contexto social.

·         Los centros cambian y así poder ofrecer educación de calidad.
·      La escuela poco a poco tiene que permitir que los padres participen en la definición de objetivos, valores, evaluación.
Todo esto lleva a nuevas concepciones del aprendizaje porque todo el mundo es parte de él. Se señala sobre todo la importancia del diálogo a través del cual, muchas investigaciones coinciden es que mejora la participación al reconocer el derecho de opinar.
En las Comunidades de Aprendizaje se crean comisiones mixtas de trabajo donde se decide qué se pone en marcha para mejorar la práctica educativa.


TODOS PARTICIPAN PARA ALCANZAR UN SUEÑO
La participación familiar es considerada positiva tanto a nivel nacional como internacional para una educación de calidad.
Se enumeran algunos indicadores para alcanzar el objetivo de participación:
ü  Creer que el cambio es posible
ü  Dialogo y comunicación
ü  Colaboración, compromiso y responsabilidad
ü  Formación, habilidades y conocimientos específicos
ü  Todos tienen experiencias que compartir
ü  Ponerse en el lugar del otro
ü  Conocer el papel de cada uno
ü  Conexión y coordinación del centros y las familias con otras entidades
ü  Cada uno es un recurso: las escuelas se convierten en centros de recursos para la comunidad y los miembros de la comunidad son agentes del cambio.
ü  Implicación activa de las familias en el proceso
ü  Crear redes de colaboración dentro y fuera de la escuela
Todas las propuestas tendrán en cuenta la DIVERSIDAD FAMILIAR, la opinión, la DISPONIBILIDAD, el interés etc. Además, serán acciones a corto, medio  plazo que permiten distintos niveles de implicación:
·         Entrevistas, reuniones informativas,  grupos pequeños según intereses.
·         Experiencias de intercambio
·         Actividades Complementarias
·         Páginas web, como herramientas de información, noticias y agenda para que se produzca un intercambio de información rápida
·         Proyectos de formación
·         Programas, proyectos sobre actitudes del profesor, familia y equipo directivo
·         Proyectos de formación del profesorado
CONSIDERACIONES FINALES
La participación activa de las familias y la comunidad con la escuela no sólo es algo deseable y positivo: es necesario de cara a alcanzar el objetivo perseguido, la Escuela Inclusiva.
Como todo nuevo proceso, surgen multitud de obstáculos, problemas y complejidades a la hora de afrontar las relaciones que han de establecerse entre escuela y familia. La idea de Escuela Inclusiva se convierte así en una meta a la que intentaremos aproximarnos, pero es un reto difícil.
Las primeras cuestiones merecedoras de reflexión son, por un lado, la diversidad de situaciones familiares actuales, y la necesidad de definir herramientas y estrategias para que la participación tenga lugar de forma correcta. Y por otro, la posible conveniencia de establecer unos límites a la intervención de las familias en cuanto a gestión de los centros se refiere.
En lo que respecta a las familias, se hace patente los innumerables modelos familiares que podemos encontrar hoy en día. El espectro es amplio: familias que no quieren participar; familias que sí quieren, pero no pueden; familias que sí quieren y pueden, con actitud destructiva; familias que sí quieren y pueden, con actitud constructiva… Con todos los posibles matices de ideología, cultura, número de miembros, poder adquisitivo, horario laboral y un larguísimo etc.
El abanico de interlocutores al que tiene que enfrentarse la escuela, es enorme. Esto no es malo en sí; de hecho, es justamente esta riqueza la que busca la Escuela Inclusiva, y a la que aspira a dar cabida en condiciones de igualdad. Pero tenemos que ser conscientes del reto que supone la creación de tan diversas vías de comunicación y estrategias de actuación.
En segundo lugar, debemos anticiparnos al escenario en el que la deseable participación de las familias, pueda llegar a convertirse en un arma de doble filo y suponer un riesgo para los propios centros: desde el mismo momento en el que se plantea el derecho de las familias a influir de manera directa en la gestión de los centros educativos, aparece el riesgo implícito que esta decisión conlleva.
En este punto, se hace necesario preguntarnos si sería lícito dejar destruir un proyecto educativo en manos de profesionales (profesores, pedagogos, etc.) por la interferencia de personas con una menor formación en este ámbito, aunque directamente afectados por él. Seguramente, la solución no pase por situarse en ninguno de los extremos, por lo que habrá que definir dónde fijaremos los límites que tendrá la intervención familiar, para así dotar de un cierto grado de protección a la dirección de los centros.
Por último, comentar una última dificultad a tener en cuenta. Hasta ahora hemos contado con que los tres pilares sobre los que reposa la educación de los alumnos –familia, escuela y comunidad- funcionan de forma autónoma pero correcta. Nuestro objetivo es mejorar las relaciones entre los tres soportes para crear un ámbito educativo único e imbricado. ¿Pero qué sucede si uno de esos tres pilares falla o no funciona correctamente? ¿Cuáles serán entonces las herramientas a emplear? ¿Cómo influirá en las relaciones existentes entre los distintos agentes?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario